Portugal y Georgia firmaron este sábado el primer empate de la Copa del Mundo de Rugby (18-18), en un encuentro emocionante y lleno de alternativas, que terminó con unos minutos finales de infarto en los que el duelo pudo haberse decantado por cualquier lado.
Las dos "cenicientas" del Grupo C, que buscaban una victoria que les permitiera no quedar en último lugar, mostraron buen juego y ambición, pero las tablas finales del marcador acabaron frustrando a todos.
Georgia golpeó muy pronto, ya que el ala Tabutsadze anotó un ensayo antes de que se hubiera cumplido el segundo minuto de juego. Con la transformación, el equipo caucásico mandaba ya por 7-0 en el minuto 3.
La mayor parte del resto de la primera parte transcurrió con los georgianos sólidamente plantados en el campo portugués, gracias a la superioridad física de sus delanteros.
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La defensa lusa bastante tuvo con evitar más ensayos de los caucásicos, quienes aún así anotaron dos golpes de castigo por medio del infalible Abzhandadze.
Pero cuando peor parecían las cosas para Portugal, Los Lobos marcaron un ensayo después de un espectacular eslalom del ala Raffaele Costa Storti (m.34), aunque Marques no pudo materializar el golpe de castigo, muy escorado a la derecha.
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Pero el sueño portugués de la remontada duró poco, ya que el pilar Francisco Fernandez recibió una tarjeta amarilla, con su consiguiente exclusión de diez minutos, tras cargar con el hombro sobre la cara de Mamukashvili (m.37).
Al descanso se llegó con 13-5 a favor de Georgia y la sensación de que su margen de ventaja podía haber sido mayor.
Pero los georgianos no materializaron su período de superioridad numérica y un golpe de castigo anotado por Marques (m.48) dejó a Portugal a un ensayo de distancia en el luminoso (13-8).
A partir de ahí Los Lobos iniciaron una fase de superioridad, acosando continuamente la línea de ensayo georgiana, apoyados en la calidad de algunos jugadores que militan en la potente liga francesa.
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Y aunque el ensayo no llegó, por muy poco, sí un nuevo golpe de castigo (m.53), que apretaba aún más el marcador (13-11).
El período de mayor ambición y mejor juego portugués culminó con un segundo ensayo de Costa Storti, de nuevo perforando desde atrás la línea georgiana para esprintar hacia la línea (m.57).
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Tras la conversión de Marques, Portugal dominaba 18-13 y además controlaba el juego. Pero su búsqueda de un nuevo ensayo que le diera tranquilidad no fructificó.
Y en los últimos minutos Georgia, con nuevos hombres en su delantera, recuperó la energía del inicio del encuentro y logró anotar un ensayo en el minuto 78, en una jugada embarullada que tuvo que ser decidida por el videoarbitraje.
Con 18-18, Matkava falló el golpe de transformación y, con apenas unos segundos para el final del partido, el árbitro pitó un golpe de castigo a favor de Portugal.
Y con el tiempo ya cumplido, Nuno Guedes falló por muy poco el lanzamiento, para sellar un justo empate que, sin embargo, no dejó de decepcionar a los jugadores y a sus aficiones, que animaron sin descanso el estadio de Tolouse, una de las capitales francesas del rugby.
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