Nueva Zelanda impuso su clase para llegar a las semifinales del Mundial de Rugby tras derrotar este sábado en Saint-Denis a Irlanda por 24-28, en un intenso duelo de enorme calidad que pudo haber cambiado de dirección en los últimos minutos.
Los "All Blacks" hicieron valer su fiabilidad, especialmente en defensa, ante una Irlanda que llegaba con la vitola de número uno del mundo y ganadora invicta del último Seis Naciones.
Pero los irlandeses no pudieron escapar a su maldición, ya que nunca han pasado de cuartos de final en un mundial de rugby , y a pesar de su rápido juego de mano chocaron más veces de las esperadas con el muro negro de la defensa rival.
Los "All Blacks" comenzaron dominando, dentro del 22 irlandés, pero sin poder superar la intensa defensa irlandesa. Un golpe de castigo transformado por Mo'Unga permitió a Nueva Zelanda adelantarse en el minuto 8.
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En el 10, Irlanda tuvo un golpe de castigo, pero su estrella Johnny Sexton apostó por buscar el saque lateral para acercar el ensayo de falta, que no llegó a materializarse.
Otro golpe de castigo para los "All Blacks" fue transformado por Jordie Barrett desde 50 metros.
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Irlanda se enrabietó y estuvo muy cerca del ensayo en una larga posesión, pero los neozelandeses lograron zafarse de la presión y un rápido contraataque por el flanco izquierdo permitió un ensayo de Fainga'anuku, transformado por Mo'unga.
Apenas habían pasado veinte minutos y Nueva Zelanda ganaba ya por 0-13.Pero Sexton aprovechó un golpe de castigo fácil para marcar los primeros tres puntos del XV del Trébol y animar a los suyos.
Y el ánimo llegó, porque poco después Aki anotó un ensayo en una espectacular jugada en la que sorteó a tres rivales. Sexton mostró de nuevo su fiabilidad para acercar a Irlanda 10-13.
Igual que le ocurrió contra Suráfrica, Irlanda volvió a tener un problema serio con los saques laterales propios, incurriendo en con muchas pérdidas.
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Uno de esos errores propició un ataque rival que Ardie Savea logró materializar en ensayo, aunque Mo'unga falló la transformación.
Una tarjeta amarilla a Smith dejó a los "kiwis" en inferioridad durante diez minutos (m. 37) e Irlanda insistió en dos ocasiones en emplear los golpes de castigo para acerca el balón y, en la segunda, Gibson-Park logró el objetivo de anotar un ensayo.
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Sexton lo transformó para dejar el marcador en un igualadísimo 17-18 con el que terminó una intensa primera parte, de gran nivel físico y técnico, y con ambos equipos muy parejos en la mayoría de las estadísticas.
La segunda parte comenzó con el mismo tono, mucha intensidad y jugadas de clase por ambos lados, aunque Irlanda pisaba mucho más la zona de 22 neozelandesa.
Pero los de verde no lograron materializar esa mayor posesión ante la feroz defensa rival, y un fulgurante contraataque "black" significó un ensayo de Jordan, transformado por Jordie Barrett, para marcar de nuevo diferencias (17-25 en el minutos 54).
Las cosas se pusieron aún peor para Irlanda cuando Sexton falló un golpe de castigo relativamente sencillo (m. 59), lo que obligó a su equipo a acelerar el ritmo para lograr la remontada en apenas 20 minutos.
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Un ensayo de falta irlandés en el 64 acercó esa remontada (24-25), lo que unido a una nueva tarjeta amarilla para el neozelandés Taylor hizo soñar a la numerosa y ruidosa hinchada irlandesa, que se hartó de cantar "Fields of Athenry".
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Irlanda solo necesitaba un ensayo para ponerse por delante en el marcador y se lanzó a la desesperada , con una larga posesión en la que buscó la falla en la defensa "black", que se mantuvo firme.
El ensayo estuvo a punto de llegar, realmente muy cerca, pero no se concretó. Irlanda volvió a chocar contra la historia y Nueva Zelanda sigue son su brillante tradición en los mundiales, con tres victorias, un subcampeonato y un tercer puesto en nueve ediciones.