Italia y Namibia debutaron este sábado en el Mundial de Rugby de Francia con un choque en Saint-Étienne que se saldó por 52-8, reflejo de un partido en el que los namibios naufragaron contra el muro de unos Azzurri que sí lograron encontrar los huecos y no perdonaron.
El encargado de abrir el marcador bajo un sol intenso en el minuto cuatro fue Tiaan Swanepoel, con un golpe de castigo a favor de Namibia (número 21 en la clasificación mundial) que poco después se encargaría de igualar Tommaso Allan para Italia (decimotercera en el ránking).
Allan también se ocuparía de transformar dos ensayos de Lorenzo Cannone y Paolo Garbisi que aumentaron la ventaja de los europeos en el marcador.
Namibia solo pudo aplacarla en parte con un ensayo de Gerswin Mouton que Swanepoel no acertó a convertir, con lo que el partido se fue al descanso con un marcador de 17-8.
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La segunda mitad comenzó con la misma tónica y los Welwitschias cada vez más empequeñecidos.
Mientras que las posesiones namibias fracasaban, Italia se apuntó cinco ensayos -apoyados por Dino Lamb, Ange Capuozzo, Hame Faiva, Manuel Zuliani y Paolo Odogwu-, todos ellos igualmente transformados por Allan, para firmar un final de partido que fue un festival de los de Kieran Crowley.
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El grupo A queda por tanto con Italia y con la anfitriona Francia, que anoche se impuso a los All Blacks en el partido inaugural (27-13), a la cabeza.