Jueves 17 de noviembre, 5:25 de la tarde, Bogotá. Sábado 19 de noviembre, 12:05 de la noche, en Doha. Fueron cerca de 25 horas y un recorrido de 13 mil kilómetros para llegar desde nuestro país, a la sede del Mundial de Qatar 2022, que se jugará entre este domingo, con la inauguración y el partido entre el seleccionado anfitrión y su similar de Ecuador, y que se extenderá hasta el 18 de diciembre cuando se conozca el nuevo campeón orbital.
Este nuevo sueño mundialista empezó con el viaje entre el Aeropuerto El Dorado y el Aeropuerto de Barajas, en la ciudad de Madrid, en un desplazamiento que pareció eterno y en el que no faltaron algunos hinchas de México y Ecuador, que se dejaron ver de entrada con las camisetas distintivas de los seleccionados de sus países.
Pero allí al lado de nuestra silla no faltaron el perro Max como vecino, que ni ladró en todo el recorrido y se portó 10 puntos, y un bebé, con dos padres jóvenes, que sintió el viaje y con su llanto acompañó la primera parte del trayecto, hasta que el sueño lo venció.
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El resto fue de aguante, de tratar de acomodarse de una lado a otro en la silla del vuelo AV10 de Avianca, actualizarse en la información del día con los cables de la agencia AFP que aún estaban en el teléfono móvil y en dejar que el tiempo pasara para la primera parada, en el trayecto.
Ya en la capital española, la primera tarea no podría ser otra que buscar el 'stand' del Mundial para verificar los datos de la Hayya Card, indispensable para moverse en la ciudad de Doha y poder cumplir con nuestra misión.
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Para fortuna de JJ Osorio, el 'profe' Castell, 'Jhoncito', el de 'La Kalle' -como le dijeron los papás del bebé del llanto-; de 'W' y Marín, de 'Blu Radio'; de Silvia Patiño, de 'Vox Populi', y de Gianmarco y Ostos, los enviados especiales de nuestro portal, nos atendió de manera amable y eficiente una polaca, residenciada hace años en Madrid, quien nos dio luces y nos verificó uno a uno la famosa Hayya.
Con ese requisito listo, a esperar las siete horas de la escala, tratando de no dejarse vencer del sueño y a seguir nuestro camino. Ya en Madrid aumentaron los seguidores de fútbol. Así, aparecieron los portugueses, con camisetas de Cristiano Ronaldo; un grupo amplio de hombres y mujeres ataviados con la amarilla de Ecuador, uno que otro fanático español y una familia de antioqueños que vestían los colores de Argentina.
Nuevamente por los aires y siguió la operación aguante, ya cada vez estaba más cerca para todos pisar territorio catarí y comenzar la aventura mundialista. Antes de llegar a nuestro destino, no faltó la pérdida del caso en un aeropuerto inmenso como el de Doha, la caminada de un lado a otro sin encontrar el camino correcto y al final, un funcionario que indicó el ascensor que era para buscar la maleta y llegar al hotel de concentración de todo el equipo de Caracol Televisión en la sede del Mundial.
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