Los organizadores de la liga belga de primera y segunda división, Pro League, han decidido sancionar con tarjeta amarilla y una multa de 750 euros a los jugadores y miembros del cuerpo técnico que se abracen en las celebraciones en el campo, y con 10.000 euros adicionales a sus clubes.
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"La Pro League quiere recordar a todos los jugadores del fútbol profesional sus responsabilidades y apoyar a aquellos que, durante este período (de pandemia), prestan atención y ofrecen un hombro virtual a quienes lo necesitan", indicó en un comunicado.
Las sanciones se aplicarán también en caso de que los abrazos y celebraciones efusivas se produzcan en el vestuario, con un límite máximo de 10.000 euros para los clubes de primera y de 5.000 para los de segunda.
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Además, la liga se planteará obligar a los infractores a participar en actividades sociales. El dinero recaudado se destinará a la asociación sin ánimo de lucro Télé-Accueil, que ofrece un teléfono de apoyo a las personas que se sienten solas.