La estadounidense Mikaela Shiffrin se aseguró el primer puesto en la clasificación general de la Copa del Mundo de esquí alpino, por quinta ocasión en su carrera, al término del descenso de este sábado en Kvitfjell (Noruega), ganado por la noruega Kajsa Vickhoff Lie.
Aún quedan por delante siete pruebas en el programa del circuito mundial -un máximo de 700 puntos en juego- pero, al superar a la suiza Lara Gut-Behrami en la prueba de este sábado, Shiffrin (5ª en Kvitfjell), que cuenta con una ventaja de 796 puntos, tiene ya asegurado levantar el gran globo de cristal al término de las finales en Andorra el 19 de marzo.
"Es bastante especial tenerlo ya", reaccionó Shiffrin, de 27 años, después de la carrera. "Eso me quita un poco de peso de mis hombros. Así que al menos está hecho y puedo disfrutar un poco más", celebró la esquiadora de Colorado.
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La campeona estadounidense logró matemáticamente el título antes incluso del final del descenso en Noruega.
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- Por el récord de Stenmark -
Con cinco victorias en la clasificación general (después de 2017, 2018, 2019 y 2022), el trofeo que recompensa a los esquiadores más regulares y los más completos, la estadounidense se une en el palmarés al luxemburgués Marc Girardelli, estrella de los años 1980 y 1990. Por delante en títulos sólo tiene a las austríacas Annemarie Moser-Pröll (6) y Marcel Hirscher (8).
Shiffrin ha subido este curso a 14 podios, de los que 11 fueron victorias.
Con el título principal ya en sus manos, ahora va a la caza del récord absoluto de 86 victorias en Copa del Mundo, que posee el sueco Ingemar Stenmark.
Con 85 victorias, esta marca emblemática del esquí alpino le tiende los brazos. Tendrá una nueva ocasión el domingo en el Super-G, o la próxima semana en Are (Suecia), tierra de Stenmark, con sus disciplinas preferidas (gigante y eslalon).
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Este sábado, Shiffrin afirmó asimismo que espera conquistar también el globo de la especialidad de gigante.
Este nuevo título vuelve a demostrar la capacidad de la estadounidense para levantarse de las duras pruebas de la vida.
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La pérdida de su padre y mentor Jeff en febrero de 2020 en un accidente doméstico la sumió en una gran pena. Además, Shiffrin, que comparte su vida con el esquiador noruego Aleksander Aamodt Kilde, ha sabido dejar atrás el "ridículo" (según sus propias palabras) de los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín el año pasado, de los que se fue sin medalla.