Matthijs de Ligt, central de Países Bajos , que fue expulsado en el partido de octavos de final de la Eurocopa ante la República Checa, aseguró que "la tarjeta roja obviamente marcó la diferencia".
"Por supuesto, nos sentimos mal. Básicamente perdimos el partido por lo que hice. No debería haber dejado botar el balón", reconoció en declaraciones a NOS TV, en las que apuntó que "tenían el partido bajo control" y en la primera mitad tuvieron ocasiones, pero la acción que le costó la expulsión decantó la victoria del cuadro checo.
El capitán neerlandés, Georginio Wijnaldum, lamentó "los goles que regalamos, las ocasiones que no aprovechamos", dijo el nuevo fichaje del PSG, quien admitió que todo el encuentro "fue difícil" porque no pudieron "hacer frente a la forma en la que presionaron" y no pudieron "crear espacios".
"Tras la roja, tuvimos una sensación de impotencia, era imposible presionar, no podíamos sacar el balón. Pero incluso con once hombres, creo que no manejamos el plan de nuestro rival", apuntó Wijnaldum.
Publicidad
Frenkie de Jong, centrocampista del Barcelona, admitió que tuvo la sensación de estar cansados, aunque no sabe por qué. "Teníamos muchas ganas de ganar. Para algunos de los chicos este era el partido más importante de sus carreras hasta ahora", dijo.
"No es que no estuviéramos preparados tácticamente. Estábamos concentrados, y desde luego no los subestimamos. Simplemente no pudimos hacer nuestro juego. A veces tienes días así", afirmó De Jong.