Angie Orjuela, única maratonista que tuvo Colombia en los Juegos Olímpicos de París 2025
y actual dominadora de las pruebas de fondo en el país, contó que su carrera no ha sido color de rosa, que ha tenido altibajos y que solo logró dar un salto importante de calidad luego de hacer cambios profundos que le ayudaron a superarse.
La atleta capitalina se pronunció en el acto de presentación de la nómina de élite del equipo Porvenir, con el que renovó por décima temporada consecutiva, siendo el máximo referente de está alineación en la que se destacan nombres como el del bogotano Mauricio González, el metense Carlos San Martín, la santandereana Leidy Lozano, entre otras figuras.
Allí, Orjuela manifestó que luego de cambiar de entrenador, de hábitos de trabajo y de vida, pudo salir del estado de estancamiento deportivo en el que estaba y que ahora, a sus 36 años de edad, su meta está puesta en los Olímpicos de Los Ángeles 2026, camino que empezará con el Maratón de Boston 2025, el 21 de abril.
En ese sentido, indicó que cuenta con las herramientas necesarias para alcanzar su meta: “Estoy feliz de estar un nuevo año con mi equipo, esto me da la tranquilidad de saber que estoy haciendo las cosas bien, de que estoy siendo una buena deportista y que voy a seguir creciendo en busca de esos sueños anhelados”.
Acto seguido, la corredora de 36 años de edad compartió las claves de su éxito.
Claves de Angie Orjuela para mejorar en el ‘running’
⦁ Mente fuerte: “Hay algo que enseña el deporte y es a levantarse siempre después de una caída y como mamá le doy ejemplo a mi hija de que no nos podemos quedar en las cosas malas, sino ver en cada experiencia algo positivo porque siempre nos enseñan algo”.
⦁ Perseverancia: “Si esta vez, en esta competencia, no se dio, hay que seguirlo intentando, hay que confiar, hay que creer, hay que trabajar, hay que dedicarse, revisar qué se está haciendo mal e intenta hacer cambios, pero siempre confiando en que todo puede ser mejor”.
⦁ Cambios de entrenamiento: “Mi esposo [su actual entrenador] se dio cuenta que había que hacer cambios significativos para tener un mejor rendimiento. Eso quiere decir entrenar bien, aunque no voy a decir que con mi entrenador anterior no lo hice, al contrario. Pero llegó un momento en el que mi cuerpo se adaptó a lo mismo siempre y hay un dicho que dice que no puedes esperar resultados distintos haciendo lo mismo”.
⦁ Nuevas rutinas: “Entonces tuve que empezar a hacer cambios como ser un poco más juiciosa con el gimnasio, con la fisioterapia, con las pruebas de laboratorio, controlando cada paso, cada fondo, el sueño, la alimentación… todo suma”.
⦁ Piernas y corazón: “Una maratón es exigente físicamente y en la parte final es tu mente todo el tiempo porque cada paso duele y tu cabeza debe estar todo el tiempo diciendo: ‘Sí se puede, lo voy a lograr’. La parte final es más de corazón”.
⦁ Proceso individual: “Jamás nos comparemos con los demás, todos tenemos una progresión diferente. También fui esa deportista que decía: ‘Cuándo será mi oportunidad, por qué no seré tan buena, por que a mi no se me da una marca más rápido’. Pero hay que respetar nuestro ritmo, nuestro proceso y trabajar para alcanzar lo que tanto deseamos”.