Muchas veces, en el día a día, uno suele escuchar aquella frase que dice: "las vueltas que da la vida". Y es que cuando uno cree tener todo bajo control, aparece algo puntual que cambia las cosas. En el momento, puede que se tome como malo o algo que no tiene sentido, pero conforme pasa el tiempo se entiende todo. Este puede ser el caso de Marcela Restrepo.
Nacida en Dosquebradas, el 10 de noviembre de 1995, se encuentra en este preciso momento representando al país en el Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda. Hasta ahora, ha sumado un total de 20 minutos, entre los partidos contra Corea del Sur (victoria 2-0) y Alemania (triunfo 2-1). Pero, por como empezó la historia, se darán cuenta de que es curioso.
Todo arrancó cuando tenía siete años. Allí, hizo parte de los intercolegiados, donde se le midió a ser arquera, pero es que con tal de jugar fútbol, no importaba. Su rendimiento y nivel, llamó la atención de más de uno y, por eso, la convocaron a la Selección de Risaralda de Fútbol de Salón. No estaba sola, su hermana también estaba en este 'cuento' y fue su apoyo.
Sin embargo, su mamá no lo veía con buenos ojos. Razón por la que, en repetidas ocasiones, había que decir mentiras y así poder asistir a los entrenamientos. Todo se fue dando. Su talento era innegable. Las puertas se fueron abriendo y, con tan solo 15 años, emprendió vuelo a Cali. Cambio de ciudad, alejarse de la familia, nuevas experiencias, en fin, algo duro.
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Y no sería el único cambio que sufriría. Aunque de fútbol once poco y nada, ya que su objetivo era el fútbol de salón y allí era donde se siempre se había desempeñado, le ofrecieron probarse en la otra modalidad. No tenía ni siquiera guayos y no entendía de táctica y movimientos en cancha. No obstante, "con tal de jugar, hágale", esa siempre ha sido su filosofía.
Ahí fue donde asumió su rol de volante, ese mismo que ejerce hoy en día. Jugó el Sudamericano Sub-17, clasificaron hasta el Mundial, lo disputó y brilló; luego a la Sub-20, donde finalizaron terceras en el Sudamericano. Todo era color de rosa y parecía que iba bien. De hecho, estuvo en Brasil por un año, en el club de Vitória das Tabocas. Una muy linda experiencia.
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Generaciones Palmiranas le volvió a decir que viniera y regresó a Colombia. Disputó el Sudamericano de Fútbol de Salón y le fue bien. Y aquí es donde uno dice: "las vueltas que da la vida". Lesión de ligamentos. Una pesadilla y duro golpe. Eso sí, no perdió tiempo y estudió fisioterapia, mientras se recuperaba. Terminó la espera y las canchas la volvieron a ver a ella.
En 2016, juega fútbol de salón, es goleadora, se corona campeona, clasifican a Copa Libertadores, hizo maravillas. Era un retorno soñado. Y volvió a aparecer algo más. Se dio inicio a la Liga femenina, el club en el que estaba firmó un convenio con Cortuluá y terminó yéndose a fútbol once, nuevamente. Desde entonces, no se ha cansado de firmar grandes logros.
Jugó en el Atlético Huila, estuvo en España (CD Collerense, Real Sporting de Gijón y Dux Logroño) y, para el 2023, fichó con Atlético Nacional. Asimismo, ha disputado Copas América con la 'tricolor', fue a los uegos Centroamericanos y del Caribe 2018, se colgó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos 2019 y, como decíamos, ya está en un Mundial de fútbol.
Nada mal, ¿no? Y así se lo hacen saber desde su familia, donde la admiran, respetan, sienten orgullo, adoran y aman con todo su ser. En entrevista con Gol Caracol, Manuela Sánchez, quien es prima cercana de Marcela Restrepo, nos contó más detalles de lo que ha sido este camino, lleno de alegrías, tristezas, mucho apoyo y lo que falta porque van por todo.
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¿Cómo han vivido estos días de Mundial, con victoria histórica sobre Alemania y todo?
"Impresionante, felices, no cabemos de la dicha, cada vez que nos acordamos de lo que hicieron y con Marcela (Restrepo) en cancha, se nos salen las lágrimas de la felicidad tan grande. Hablamos con ella y súper felz. De hecho, nos preguntaba por cosas que en medio de su locura ni había visto en cancha (risas), pero todo ha sido una experiencia muy hermosa".
¿Qué recuerdos tiene de cuando se confirma la convocatoria de Marcela Restrepo?
"Primero, fue muy difícil porque estaba la angustia, ansiedad y pensadera de saber si la iban a llevar o no, entonces lo que hacíamos era acompañarla a Cali a sus partidos preparatorios, estar a su lado, en fin. Incluso, un día le preguntamos a su entrenador (Nelson Abadía) si la iba a llevar y él solo se reía porque no podía decir (risas). Hasta que se dio y muy felices".
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¿Cuál fue el diferencial o qué tuvo de especial este proceso rumbo a la cita orbital?
"El largo tiempo que ya llevaba fuera de Colombia, eso no fue fácil para nadie. Ella estaba en España y llevaba años allí, así que no poderla tener cerca era complicado. Sin embargo, sabíamos que era por el bien de ella y lo demostró. Con todo el talento que tiene, llamó la atención, se hizo su lugar y es una guerrera que la llevaron a la Selección. Todo valió la pena".
¿De qué manera manejaron ese panorama, en pro de Marcela, siendo una familia tan unida?
"Justamente así, mostando unión y apoyo. Ella siempre ha sentido el respaldo de nosotros. Esté en Brasil, como pasó una vez; esté en Colombia, ya que ahorita volvió con Nacional; o estando en España, donde pasó un largo tiempo. En ningún momento le hemos soltado la mano. Eso ha ayudado y tenemos claro que permite seguir con el proceso y creciendo".
A propósito de ese crecimiento, ¿Cómo es Marcela? ¿Cómo la podría describir?
"Siempre se le ha dicho e inculcado que, más allá de los triunfos, debe mantener la humildad. Eso tiene que prevalecer, en lo personal y deportivo. Es una persona que escucha, acata órdenes, atiendo a los consejos, en especial de la mamá. Y no es solo que las oiga y ya, sino que lo aplica. Todo eso le ha permitido dar saltos, crecer, marcar una diferencia en su vida".
En su caso, Manuela, ¿Cuál ha sido ese consejo que siempre le resalta a ella?
"Que nunca se aleje de la familia. A pesar de la distancia, el ambiente en el que esté, los logros o las decepciones, lo que sea que viva, que siempre esté y se apoye en nosotros, que ahí vamos a estar. Y bueno, la humildad también. Intentamos que tenga los pies en la tierra, que de lo mejor, pero consciente de dónde viene, para dónde va y también lo que quiere".
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Dentro de la cancha, ¿Qué pueden decir de Marcela Restrepo?
"Le resalto la inteligencia, paciencia y lo estratégica que es. Además que en el camerino y con sus compañeras es bien; de hecho, algo que la caracteriza es que es buena amiga y las demás suelen decirlo, lo cual es valioso, habla maravillas tanto de ella como de la familia que la formó, crió, le dio sus valores, en fin. Es una mujer extraordinaria. Gran ser humano".
¿Esperaban que, a la edad que tiene (27 años), ya hubiera conseguido todo esto?
"La verdad es que no y no porque no confiáramos en ella, sino por como empezó todo y porque en ese entonces no veían el fútbol femenino como ahora en Colombia, todo era más duro. No había casi apoyo, las calificaban de guerreras porque les tocaba solas en muchos casos, no había Liga, no se veía tanto, era complicado. Por fortuna, eso lo han ido cambiando".
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¿Cómo fueron esos inicios?
"Había poco. Ella empezó en una cancha de barrio y me acuerdo que la mamá la sacaba del pelo, literal, porque decía que el fúbol no era para mujeres y eso. Sin embargo, ella estaba decidida a hacerlo y empezamos a apoyarla hasta que miren dónde está y lo alto y lejos que ha llegado. Es impresionante. Lo mejor del caso es que todavía falta mucho y va con todo".
¿De qué manera las pudo convencer?
"Cuando eligió su camino y les dijo que el fútbol lo era todo para ella. Se fue, a los 15 años, para Cali junto a su hermana a jugar fútbol de salón. Al ver eso, obviamente, vimos que sí, que podía lograr muchas cosas, que estaba decidida y ahí fue cuando se le dio el espaldarazo mayor. Viajamos a Cali, la visitamos, estamos junto a ella, le escribimos, hacemos de todo".
Hablando de esta de fútbol de salón, ¿Cómo pudo haberle aportado a esta nueva faceta de fútbol once?
"Eso le abrió puertas. Ahí fue donde más de uno entendió que, como se dice de manera coloquial, la pelaita tenía futuro y un talento tremendo. Además, conoció a mucha gente que le permitió dar el salto a lo que es ahora. Por último, si se ve desde el punto de vista deportivo, la manera como maneja el balón, lo pisa, la visión, inteligencia y rapidez en decidir".
Han cosechado muchas cosas, pero, ¿Dónde le gustaría verla en algún punto?
"Siempre le dicho que donde esté feliz y tranquila. Si quiere estar acá en Pereira, su ciudad, jugando, bienvenida; si quiere irse a la China, allá la apoyaremos; donde esté bien, nosotros estaremos bien. Lo que más deseamos y queremos es que siga así de bien, cosechando más triunfos y dándole alegrías a la familia, a ella misma y, en especial, a toda Colombia".
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¿Qué mensaje le enviaría a Marcela, en medio de este Mundial femenino?
"Que la amamos, la apoyamos y siempre vamos a estar por y para ella, sea lo que sea, pase lo que pase y que más allá de que pudimos fallar al principio por no confiar en algunas cosas, tenga claro que estamos a su lado, creyendo, apoyando y dándole la mano. Este camino ha sido duro, pero se ha sacado adelante y ahora lo que se viene es Atlético Nacional".