Además de su tradicional 'tiki taka', Pep Guardiola es conocido por ser un técnico metódico y, cuando tiene que dar un golpe sobre la mesa, lo hace. Así lo demostró el pasado fin de semana, tras el enfado que le ocasionaron sus jugadores del Manchester City, Jack Grealish y Phil Foden.
Los volantes publicaron una fotografía mientras salían de fiesta, algo que poco le gustó al entrenador español. "En Navidad presto mucha atención al comportamiento dentro y fuera del terreno de juego. Y cuando fuera del campo el comportamiento no es apropiado, no van a jugar", había dicho Pep, y cumplió.
En el pasado partido por Premier League, que resultó en goleada 0-4 frente al Newcastle, Guardiola los dejó los 90 minutos en el banco como castigo.
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"No fue rotación. Me decidí por este equipo porque merecían jugar hoy estos muchachos y no los otros", dijo tras el encuentro. El DT sabe que, por estas épocas, los jugadores no solo están en riesgo de perder forma física, sino que la creciente ola de contagios también es una amenaza, que podría perjudicar al club.