Apropiado del talante anotador de Erling Haaland, sin gol en esta ocasión, el argelino Riyad Mahrez aceleró al Manchester City para devolverle a una final de la Copa de Inglaterra que disputará en junio ante el ganador del otro duelo de Wembley, el que jugarán el domingo el Manchester United y el Brighton.
Sacó adelante, con autoridad y solvencia y sin un gasto excesivo, su quinta semifinal seguida el City para regresar al último encuentro por el título cuatro temporadas después. Jugó la última el conjunto de Pep Guardiola en el 2019, cuando obtuvo su sexto trofeo tras vencer al Watford.
No le ha podido resultar más redonda la semana al conjunto de Pep Guardiola, reforzado con su clasificación para la semifinal de la Liga de Campeones el miércoles pasado al eliminar al Bayern Múnich y cada vez más cerca del liderato de la Premier. Sin jugar la jornada tiene a tiro la cima de la Liga porque el Arsenal no pudo el viernes con el Southampton. Con dos partidos menos que los gunners, la distancia es solo de cuatro puntos.
Apunta al triplete el Manchestrer City que ya acumula dieciséis partidos sin perder. Fue muy superior al Sheffield United, un equipo de la Championship, segunda división, aunque la próxima campaña será de Premier. Está a un paso de obtener su objetivo.
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La resistencia de los 'blades' decayó paulatinamente. Tuvo un arranque fogoso, esperanzador, con una clara ocasión, a los dos minutos de Iliman Ndiaye que tiró de mala manera, con todo para hacer gol, al cuerpo del meta Stefan Ortega, titular en la Copa en detrimento de Ederson, en el banquillo junto a otros fijos como el belga Kevin De Bruyne o el español Rodri.
No hizo falta. Fue tal la superioridad citizen que la última media hora pudo resguardar a jugadores, como a Jack Grealish o Erling Haaland o Ilkay Gundogan. Era suficiente con la inspiración de Mahrez, que firmó un triplete.
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Fue el argelino el más activo. Ya pudo abrir el marcador a los veinte minutos aunque su intento se marchó fuera. El partido se rompió al borde del descanso. En una innecesaria entrada dentro del área de Daniel Jebbison a Bernardo Silva que fue un claro penalti que transformó Mahrez.
El gol desmoronó al Sheffield hasta ese momento ordenado y con las ideas claras. El tanto le mató. No tuvo respuesta y encajó el segundo a la hora de juego en una acción individual del argelino. Mahrez robó el balón en el centro del campo al bosnio Anel Ahmedhodzic y emprendió una carrera hacia la portería rival. Sorteó a John Egan y Jack Robinson, blandos en su misión, y batió a Wes Foderingham sin problema.
Cinco después hizo el tercero, el de la sentencia. Cuando de primeras llevó a la red un pase desde la izquierda de Jack Grealish.
El choque quedó definido. Ambos técnicos lo asumieron. Entraron los menos habituales. El partido se abrió, sin consecuencias para el marcador, con el objetivo del City conseguido y el Sheffield centrado en su particular misión, el ascenso a la Premier que puede cerrar en las próximas jornadas.
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