Detrás de toda persona siempre hay una historia que contar. Por eso, Luisa Agudelo, guardameta y estrella de la Selección Colombia Femenina Sub-17, no es la excepción. A pesar de que mucho se ha hablado a raíz de su excelente presentación en el Mundial de la India, siendo clave para que la 'tricolor' lograra una histórica clasificación a la final, donde enfrentará a España, este domingo, no todo gira en torno a lo futbolístico, ya que también hay a otros detalles más allá de las canchas.
Con tan solo 15 años, la arquera de la 'tricolor' está dando pasos de gigante, si nos ceñimos a lo netamente deportivo. No obstante, para llegar a donde está y conseguir estos grandes objetivos, ha tenido que pasar por toda clase de vivencias y experiencias, unas positivas y otras un poco amargas, pero que, en definitiva, la han ayudado a ser quien es, una berraca, echada para adelante, guerrera y "una niña", como la definen sus más cercanos, que "no tiene límites y nos dará alegrías".
Este es el caso de Mario Ceballos, entrenador, mejor amigo de la jugadora del combinado patrio y quien la ha sabido guiar y aconsejar a lo largo de este camino, el cual, si bien recién está comenzando, también ya empezó a ver sus frutos de un fuerte trabajo, ese mismo que espera que la lleve a alcanzar cosas muy grandes, siendo el deseo de todos, tal y como se lo expresó a Gol Caracol en una extensa entrevista, donde conocimos a Luisa Agudelo, no la futbolista, sino la persona.
¿Cómo fueron los inicios de Luisa Agudelo en el fútbol?
"Empezó su transcurso deportivo a los 11 años. En ese momento, ingresó a la escuela 'Balón de Oro', especializada en solo fútbol femenino. Luego, dio el salto a 'Sporting Club, en Cali. Allí, no había preparadores de arqueros; por eso, se la jugó y empezó a hacer parte de 'Guardianes del Arco', escuela enfocada en entrenamiento de guardametas y donde, de entrada, nos dimos cuenta de que era una niña con muchas falencias, que le faltaba mucho trabajo y se dio inicio a su proceso".
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¿Cuál fue esa primera impresión que tuvieron?
"Hubo algo particular y es que, en los niños, se ve que empiezan su camino entre los cuatro o cino años, mientras que en las mujeres es mucho después, lo cual llamó la atención el hecho de que Luisa arrancara a los 11 años, era muy pequeña, lo que también hacía que uno viera que era una jugadora con varias falencias técnicas, también era un poco gordita, que era una de los principales factores a corregir, y empezamos a ver resultados, gracias a su excelente trabajo y dedicación".
Ya se veían los frutos, por ejemplo...
"Lo primero fue el llamado a la Selección Valle Sub-13, luego a la Sub-15, donde fue campeona con 13 años y siendo figura en la cancha. Ahí, pasa a la Sub-17, con solo 14 años y vuelve a ser campeona. En cada uno de esos torneos, firmó la valla menos vencida. Después la llaman a la Sub-19, con 15 años y es campeona otra vez, en un certamen donde se enfrentó a jugadoras de alto talante, experiencia e historia, como Carmen Rodallega, entonces eso ya era un logro también grande".
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¿Qué pensaba al ver el paso a paso de ese proceso?
"Luisa es una niña que siempre ha llevado un proceso muy adelantado para su edad. De hecho, eso también se vio en las selecciones Colombia, con la Sub-17 y Sub-20. Además, ya fue invitada a la de mayores. Entonces todo eso que hizo era la gran muestra de que estaba y está para grandes cosas. En la actualidad, millones de personas se han dado cuenta de que es una arquera mundial, con un enorme talento y que es capaz de hacer cosas gigantes, más allá de su edad y demás".
¿Todo ha sido 'color de rosa' o ha habido momentos duros?
"Claro, hubo una época dura. En 2020, cuando entramos en la pandemia, sufrió una lesión dura. Estaba en la Pony Fútbol y, en Bogotá, sufre molestias de cadera, que la sacaron de las canchas por un año. Fue duro. Ella es una niña hiperactiva, alegre, entonces el hecho de tener que quedarse quieta y sin fútbol, complicó todo. No podía brincar, ni entrenar, ni saltar, por mucho caminaba, así que hubo momentos de inseguridades, depresión, ansiedad, tratamiento con psicólogo, en fin".
¿Qué hicieron para que no bajara los brazos en ese momento duro?
"Después de un año, volvió a entrenamientos, pero todo se había perdido y tuvimos que iniciar de ceros, así que se frustra y decide que no quiere seguir en el fútbol; además porque regresó gordita y varios le decían, entonces tuvimos que hacer un tratamiento con psicólogo, otros profesores y la familia y amigos muy cerca de ella. Fue así como lo sacamos adelante, se hizo un tema nutricional y pasó de casi retirarse del fútbol a ser una de las mejores arqueras de Colombia y el Mundial".
Además de "hiperactiva y alegre", ¿Cómo es la personalidad de Luisa?
"Es curioso porque cuando entra a una cancha, se transforma. En medio de un partido, se le ve muy seria, madura, segura y tranquila, pero cuando está afuera del terreno de juego, es una niña, creo que puede ser la mejor definición. Es normal verla gritando, saltando, dando botes, molestando, a veces despeinada porque anda para arriba y para abajo, como una niña. Comparte con sus amigos, sus padres, en fin. Hay que definirla de esa manera porque en la cancha cambia todo".
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¿De qué manera maneja sus tiempos, en el día a día?
"Luisa ni siquiera ha terminado el bachillerato, entonces siempre estudia en las mañanas, donde también es buena. Luego va a la Selección Valle en la tarde. Por último, en la noche, entrena con 'Guardianes del Arco' y se regresa a casa, entonces tiene todo muy medido y controlado. Está en constante entrenamiento, acción, de un lado para el otro y dando lo mejor de sí porque tiene claro cuál es su sueño y principal objetivo. Como te decía, poco a poco vamos viendo esos resultados".
¿Y Cortuluá, club en el que juega?
"De un tiempo para acá, dejó de asistir algunos días al colegio porque tenía que entrenar con Cortuluá, por las mañanas, entonces ya el colegio era más virtual o le mandaban los trabajos y los hace, pero nunca ha descuidado su educación. Es más, una vez termine el Mundial en la India, llegará a ponerse al día en sus tareas, sentarse en un pupitre como una niña normal que debe cumplir con las obligaciones del colegio. Para todo saca tiempo y a cada cosa le da una gran prioridad".
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¿Qué le dicen los amigos a Luisa?
"En este sentido, ha tenido algunas dificultades porque, como toda niña, quiere salir con sus amigos, ir a comer algo en la noche, entre otros planes, pero con sus entrenamientos es complica. Igual, ella lo ha sabido manejar, afrontar y repartir el tiempo de buena manera para estar con su familia, uno que otro día con sus amigos, entrenar y estudiar. Tiene un orden de admirar. Sus amigos la apoyan, entienden la situación y siempre están ahí para ella, en cada paso que va dando".
¿Qué hacer para que "una niña, a sus 15 años", tenga todo tan claro?
"Uno cree que una niña o deportista, a esa edad, cuando le toca un compromiso de tal magnitud, como el Mundial, no va a ser capaz por la exigencia, pero Luisa siempre ha sido muy responsable, centrada y enfocada, por el apoyo de su familia, de los entrenadores y su claridad en lo que quiere. Además, el hecho de siempre competir con generaciones mayores a la de ella, permitió que fuera encontrando un alto grado de madurez que hace que, ahora, la veamos tan seria en cancha".
¿Cómo es la relación y apoyo de la familia?
"En ese sentido es maravilloso. El hogar es fundamental en estos procesos y Luisa ha contado con ese respaldo. Lo que le han brindado sus padres ha sido tremendo, siempre estando al tanto. Asimismo, el trabajo de cada uno de los profesores, estando a su disposición, ha sido clave. La verdad es que, entre todas las partes, hemos querido inculcarle lo mejor, con el fin de que siga creciendo, mejorando y siguiendo por la misma línea de ser una de las mejores guardametas del mundo".
Y la relación con Jimena Ospina, quien es la arquera suplente en la Sub-17...
"Es una competencia sana. Jimena Ospina también está en 'Guardianes del Arco', lo que ha hecho que, junto con Luisa, se lleve un proceso similar y a la par, estando en selecciones Valle Sub-13, Sub-15 y Sub-17, compitiendo ambas, entonces si en algún momento Jimena ha sido titular, Luisa se pone a trabajar más duro para recuperar el lugar. Siempre las dos han competido, dando lo mejor, fueron llevadas a la Selección Colombia femenina Sub-17 y es un orgullo verlas donde están".
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Vamos a viajar un poco atrás en el tiempo, ¿Cuál fue la reacción, tras la primera convocatoria a la 'tricolor'?
"En su primer llamado, nos llegó un mensaje, la mamá se comunica con la escuela, habla con los entrenadores de Luisa y también conmigo, que hemos sido como los principales que hemos estado ahí en el proceso de ella, y cuando llamó a uno por uno, siempre lo hacía con lágrimas de emoción, llorando de la alegría y dejando claro el orgullo que sentía porque era como la materialización de tanto trabajo, esfuerzo, dedicación, responsabilidad, disciplina, amor, de todo, fue muy bello".
¿Qué dijo Luisa? ¿Habló con ella?
"Sí, claro, eso fue también una locura (risas). Ella no estaba en Cali, en ese momento que recibió su primera convocatoria, pero me llama, me cuenta el tema y la verdad es que estaba demasiado emocionada porque iría, por primera vez, a una Selección Colombia. Estaba contenta, feliz, emocionada. Luego fue a la Sub-20 y se repite la situación y cuando es tenida en cuenta para la mayores, donde las demás arqueras tenían 19 y 20 años y ella solo 14, fue sinónimo de orgullo".
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¿Cómo fue ese momento, de estar en la de mayores?
"Impresionante. Estar con Catalina Pérez, Sandra Sepúlveda y otras arqueras de larga trayectoria fue una locura. Entonces ya se imaginará que llamaran a Luisa, de 14 años, junto con estas 'cracks'. Ese ha sido uno de los puntos más altos en toda su carrera. Ella decía como: 'quiero ser como ellas, me gustaría estar junto a Catalina Usme, sueño con compartir con las capitanas del fútbol femenino', y estar sentadas con ellas, en el mismo comedor, es algo gigante y muy importante".
Después de todas esas experiencias tan maravillosas, ¿Qué decir de su participación en este Mundial Sub-17?
"En medio de todo, uno ya lo veía venir un poco. Si recordarmos lo que hizo en el Sudamericano, en Uruguay, compitió de gran manera, siendo la más joven y solo recibiendo dos goles. Así que cuando la llaman para el Mundial, obviamente hubo felicidad y orgullo, y más que también llevaron a Jimena Ospina, pero sí sabíamos que podría llegar a hacer cosas grandes, todo por su madurez, alto nivel y seridad que siempre muestra bajo los tres palos; algo que ya todos han estado viendo".
¿Hablaron antes o después de la histórica clasificación a la final?
"Sí y, de hecho, pasó algo muy curioso (risas). Antes de la semifinal, Luisa me llamó, me hizo una videollamada y estaba en el camerino, antes de empezar la charla técnica. Ahí, le dije como: 'Lu, me siento ansioso y nervioso, ¿Cómo estás?' y va y me dice: 'Normal, un partido más que jugaré' (risas). Esas son cosas que le dan a uno como que en su cabeza es tan niña que no es consciente de la historia que está haciendo; mientras que estamos jugando un Mundial, para ella es normal".
¿Esa forma de ver las cosas puede ser un diferencial en ella?
"No sabría decirlo, pero lo que sí es cierto es que el hecho de que para ella sea 'un partido normal', ayuda a que no tenga esa presión de que todo el mundo la está mirando, sino que sale a divertirse, a hacer algo que le gusta. Recuerdo que en el Sudamericano fue similar porque le pregunté que '¿Cómo se sentía?' y me dijo que 'no', entonces lo ve como si fuera a jugara con la Selección Valle, algo normal. Creo que esa puede ser una de las claves del éxito en la carrera de Luisa".
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¿Cómo será el regreso de Luisa Agudelo, después de esta historia que ha hecho?
"Ella llega del Mundial y lo primero que hará es ir a entrenar, esa es una de las cosas que ella no te va a dejar a un lado; no es que llegue y porque soy campeona del mundo, ya no entreno; todo lo contrario, hemos tenido casos en los que ella se baja del avión y va directo al entrenamiento, hasta el punto de que le tenemos que decir y los profesores también, que no es sano, que se cuide. Ese ha sido un cambio para ella, que ha entendido, pero que demuestra lo que, de seguro, hará".
¿Cuál es el límite de Luisa?
"Siento que ella no tiene límite. Su forma de ver el futbol hará que vaya a Europa, que esté en cada una de las selecciones Colombia, haga parte de los mejores clubes en el mundo y que la podamos ver donde ella quiera estar porque lo que pasa con ella es realmente impresionante. De seguro, con lo hecho en el Mundial, se le abrirán varias puertas, ventanas y todo. Millones están pendientes de lo que hace y quieren saber quién es, cómo ha llegado hasta acá, sus sueños y su vida".
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¿Ella le ha dicho algo respecto a sus sueños?
"Sí se han hablado algunas cosas, pero tiene 15 años y, primero, debe cumplir con sus quehaceres. Aún no puede tomar decisiones drásticas de ir al otro lado del mundo. Además, Luisa, siendo una niña tan soñadora, ya me ha comentado que quiere jugara en Europa, en el Lyon, Barcelona o clubes grandes del fútbol femenino. Lo cierto es que, con lo que logró en el Mundial, va a dar de qué hablar muchísimo más, con la capacidad de poder estar en otros certámenes de alto nivel".
Hay Luisa Agudelo para rato...
"(Risas) Exactamente. Se puede venir un Mundial Sub-20, otro Suramericano, disputar Mundiales de mayores, certamenes nacionales e internacionales. Mejor dicho, como usted dijo, hay Luisa para rato. Queremos verla más en las canchas, con el fin de apasionarnos por mucho más tiempo y sé que ella tiene la capacidad de estar donde ella quiera, en el club que decida, sueñe y se propinga. Estoy seguro de que lo va a hacer, si sigue como va, no baja los brazos y trabaja más".