Córner de Kimmich, prolongación de cabeza en el primer palo de Goretzka y gol de Müller. El terceto del Bayern de Múnich dio el viernes la victoria a Alemania contra Rumanía (2-1) y será de nuevo el trío de ases de la 'Mannschaft' el lunes en Macedonia del Norte.
A casi un año del Mundial-2022 en Catar, los cuatro veces campeones del mundo estarán prácticamente clasificados si se imponen en Skopje. Un empate o derrota de Armenia les daría el boleto definitivamente.
Es verdad que el equipo está lejos de ser tan impresionante como sus antecesores: la falta de un goleador se hace notar y en los laterales falta oficio.
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Pero la Alemania de 2021 cuenta con un arma secreta: su ADN Bayern, donde hay al menos siete futbolistas potenciales titulares en la selección.
El seleccionador, Hansi Flick, los conoce muy bien: juntos han ganado seis títulos cuando fue técnico del 'Rekordmeister', incluida la Liga de Campeones de 2020.
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Ahora a cargo del equipo nacional, el entrenador ha dado las llave de su 4-3-3 a su centro del campo muniqués: Joshua Kimmich, organizador del juego situado por delante de la defensa; Leon Goretzka, pistón para dar fluidez; Thomas Müller, un incordio para las zagas rivales, con desplazamientos imprevisibles ejerciendo de 'falso nueve'.
"Traspaso de poder"
"Durante años", analiza el medio alemán Der Spiegel, "la selección ha estado moldeada por Toni Kroos, su pulso era el del equipo (...). Pero el partido contra Rumanía supuso el traspaso de poder definitivo a otros dos jugadores de esta formación: Kimmich y Goretzka".
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Preguntado este domingo por esa pareja, Flick no escatimó en elogios: "Todos saben que se entienden muy bien fuera del terreno de juego (...). Los necesitamos para dar ritmo, para dirigir el juego. Es una de las mejores parejas de centrocampistas en la actualidad".
Horst Hrubesch, quien fuera su seleccionador en categorías inferiores, los recuerda cuando apenas tenían 18 años: "La seguridad que aportan ayuda al entrenador, pero también a todo el equipo", explica. "Ellos ven dónde tienen que ayudar, se dan cuenta de lo que no funciona. Tienen un talento para esto. Son tipos autónomos y lúcidos".
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A los 26 años, Kimmich (62 partidos internacionales) y Goretzka (38) ya están en la madurez. Por su parte Müller, de 32 años y con 106 internacionalidades, vive una feliz segunda etapa en su carrera.
Fiero lenguaje corporal
Junto al capitán y arquero, Manuel Neuer, no solo son los jugadores de clase mundial en los que se puede apoyar Flick, sino también y sobre todo líderes naturales del vestuario.
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Kimmich, quien llevó el brazalete de capitán contra Rumanía en ausencia del lesionado Neuer, es un jefe de banda con un lenguaje corporal de guerrero. Ante los rumanos tocó 160 balones, entregó 143 pases (91% exitosos) y ofreció cuatro ocasiones de gol: más que cualquier otro futbolista sobre el césped.
Goretzka, más discreto, es ejemplar en su compromiso al servicio del equipo.
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En cuanto a Müller, alma de la fiesta del grupo fuera de los partidos, se transforma con el pitido inicial en un hermano mayor autoritario, siempre dispuesto a recolocar a un compañero, a elevar el tono para activar a los suyos en los momentos decisivos o a meter presión al árbitro, una de sus especialidades.
En la ida en Duisburgo, Macedonia del Norte sorprendió ganando 2-1. Joachim Löw todavía estaba en el banquillo. Desde ese momento las cosas han cambiado y, como en las épocas más gloriosas, el Bayern se ha vuelto a convertir en el proveedor oficial de talentos de la 'Mannschaft'.