Un balón de oxígeno con el sello de Lionel Messi en el minuto 76 dio un triunfo balsámico al Barcelona contra el Levante (1-0), un premio a la persistencia de los locales que no convencieron ante un rival que luchó hasta el final en el Camp Nou.
Barcelona puso fin a dos derrotas consecutivas . Era un partido decisivo y no falló, pero su juego no convenció y sufrió para sumar los tres puntos ante un equipo que le arrebató el balón tras el tanto de Messi y que, en los últimos minutos, puso el miedo en el cuerpo de los azulgrana.
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El argentino salvó al Barça. Quizá no está en su mejor momento, pero sigue siendo decisivo. También en un Barcelona triste, sin confianza en su juego y con el algunos jugadores siendo la sombra de lo que deberían ser.
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Dejó entrever Koeman en la previa que daría entrada a los jóvenes y se mostró reacio a cambiar de sistema. No pasó ni una cosa ni la otra. Jóvenes como Pedri, Konrad o Riqui Puig fueron suplentes y en ataque jugó con un 4-3-3 en detrimento del 4-2-3-1.
Jugó Messi de falso '9', Braithwaite se situó en la izquierda y Griezmann en la derecha. Coutinho jugó en la medular, de interior, aunque se mostró tan discreto como cuando juega como mediapunta.
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Pese a los últimos resultados, el Barça no inició el encuentro con ganas de reivindicarse. Su rival, en cambio, tenía las ideas claras. Consciente de que no podría discutirle la posesión a su contendiente, los jugadores de Paco López sabían muy bien qué hacer en los pocos momentos que tuvieron el balón.
Gozaba de libertad Dani Gómez en ataque y de sus botas llegó la ocasión más clara del Levante en el primer tiempo (min.15). El delantero de Alcorcón, desde la mediapunta, conectó con Melero que filtró un pase en profundidad que Jorge de Frutos no supo definir ante Ter Stegen, que salvó el primero con la rodilla.
Discretos en ataque posicional, el Barça lo intentaba a trompicones. Así llegó la primera clara de los azulgrana. Una rosca de Braithwaite se topó con la manopla de Aitor Fernández. Sería la primera de las cuatro paradas de mérito del portero vasco en el primer tiempo.
El peligro del Levante se acabó en el minuto 18 con otro pase a la espalda de los centrales de Roger Martí que Dani Gómez envió por encima del travesaño.
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Despertó el Barça antes del descanso o por lo menos lo intentó, si bien el ritmo del balón seguía siendo pastoso. Fue entonces cuando Aitor se erigió en el salvador para el Levante.
Rechazó primero un cabezazo de Griezmann a centro de Messi que Lenglet no pudo conectar a puerta vacía; escupió una volea envenenada de Jordi Alba; y se lució con un tiro potente a bocajarro de Antoine tras completar una jugada trenzada de Messi.
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Poco premio para un Barcelona un tanto desfigurado en el primer tiempo que se ordenó en ataque en la reanudación. Braithawaite fijó a los centrales como '9', mientras que Messi, Coutinho y Griezmann se situaban por detrás.
El Barça presionaba arriba con más intensidad y el Levante no salía de su propio campo. Pese a ser más incisivo, le faltaba pegada en los últimos metros. Griezmann, Messi y Coutinho lo probaban sin suerte.
Con el Levante encerrado, dio entrada Koeman a Pedri por Busquets. Un cambio ofensivo con el que el Barça incrementó todavía más el ritmo de balón. Respondió Paco López con piernas. Entraron de una tacada Morales, Radoja y Miramon.
Barcelona insistía e insistía, pero aguantaba el chaparrón el Levante. Aitor aguantó en el primer palo con un disparo seco de Messi, y Braithwaite, solo, remató incomprensiblemente desviado un cabezazo tras un saque de esquina.
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El premio a la perseverancia azulgrana llegó en el minuto 76. Lucharon por un balón Griezmann y Braithawaite. El balón cayó a De Jong que, con tiempo para pensar, encontró en profundidad a Messi. Esta vez al argentino no falló y cruzando el balón con la zurda para superar, al fin, a Aitor.
El Levante no había dicho la última palabra. Le arrebató el balón al Barça y buscó el gol en el último cuarto de hora. Morales generó peligro por la banda derecha y su rival pedía la hora. Los visitantes lo intentaron con dos saques de esquina y tuvieron una última ocasión con un disparo de Son que paró Ter Stegen. El Barça respira, de momento, y se sitúa a nueve puntos del Atlético de Madrid.
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