El Lille dio un paso de gigante hacia los octavos de final de la Liga de Campeones al sumar contra el Salzburgo su segundo triunfo consecutivo en la competición que complica la vida a los austríacos.
Los franceses, que no habían ganado en su estadio en sus últimos 13 duelos europeos, afrontan la última competición como líderes del grupo y les valdrá con un empate ante el Wolfsburgo en la última jornada para regresar a los octavos de final 14 años después.
El líder austríaco, que afrontaba en cabeza el grupo antes de esta jornada, tendrá que jugarse su primer pase para octavos contra el Sevilla en la última jornada.
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El Lille parece transformarse en Europa, donde las arengas de su entrenador, Jocelyn Gourvennec, que no para de repetir lo histórico que supone esta competición para un equipo modesto como los nordistas, transforman a un equipo que no está manteniendo el tipo del defensor del título en su liga.
Con esa fe, casi mesiánica, han logrado reengancharse en una competición que comenzaron tibios, pero en la que afrontan ahora con buena situación para lograr su primera clasificación para octavos de final desde 2007.
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Su segundo triunfo consecutivo, tras el conseguido en Sevilla, fue de nuevo un ejercicio de eficacia, la misma que les falta en el campeonato doméstico, donde están a 20 puntos del París Saint-Germain al que el año pasado arrebataron por sorpresa el título.
Todo lo contrario que el Salzburgo, que se pasea en Austria pero que ha perdido la magia en Europa, donde se jugará su primera clasificación para octavos en la última jornada contra el Sevilla.
Los austríacos sufrieron la eficiencia francesa. Dominados en el primer tiempo, disfrutaron de las mejores ocasiones, pero fue David el que se llevó el premio del gol en el primer disparo de los galos entre los tres palos a los 31 minutos.
Fue el premio a una jugada trabada, angosta, impulsada por el turco Yilmaz y que la defensa no supo despejar, hasta que el balón llegó al atacante canadiense, que ha marcado en once de los últimos doce partidos en los que ha participado.
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El tanto dejaba ko a los austríacos, que en la segunda mitad se lanzaron a por el empate, lo que colocó al duelo en el espejo del primer turno, con los franceses encerrados defendiendo como oro el resultado.
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La entrada del argentino Capaldo dio un poco más de profundidad al equipo austríaco, pero no fueron capaces de desordenar a la zaga del Lille, que al contragolpe tuvo alguna ocasión al contragolpe.