El piloto británico Lewis Hamilton lució este viernes, durante las primeras sesiones de entrenamientos libres del Gran Premio de Catar. un caso con los colores del arcoíris, símbolo de la comunidad LGTB, después de haber hablado de derechos humanos en este emirato del Golfo.
En la primera visita de la Fórmula 1 a Catar, Hamilton también lució en su casco bandas con los colores negro, marrón, azul, rosa y blanco, así como el mensaje "We stand together" ("Estamos unidos").
"Creo que todos somos conscientes que hay problemas en ciertos países a los que vamos y particularmente en esta parte del mundo", explicó el jueves el siete veces campeón del mundo.
Primer piloto negro en la historia de la Fórmula 1, Hamilton ha hecho de la lucha contra las discriminaciones una de sus prioridades fuera de las pistas. En Catar, Hamilton tiene "el deber de sensibilizar a la gente sobre estos problemas" de derechos humanos.
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"Sé que estos países tratan de progresar y que no se puede transformar todo de la noche a la mañana, admitió el piloto, consciente que "la situación es increíblemente compleja, sobre todo por la religión".
"Una persona sola no puede cambiar mucho, pero juntos, colectivamente, podemos tener un impacto más importante", añadió.
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Tras la carrera de Catar, la Fórmula 1 visitará también por primera vez otro de los países del Golfo, Arabia Saudita, en diciembre.
Catar ha sido acusado regularmente por las ONG internacionales por el trato que se da a los centenares de miles de migrantes llegados al país para trabajar en las grandes obras relacionadas con el Mundial de Fútbol en 2022.
Ante estas críticas, Catar introdujo algunas reformas de su derecho laboral, como la supresión del "visado de salida" para los empleados domésticos, la introducción de un salario mínimo (el equivalente a 1,12 euros por hora) o la abolición del certificado de "no objeción" de los empleados para los trabajadores que desean cambiar de empresa.
Esta acción de Hamilton recuerda a la del piloto alemán Sebastian Vettel, que en el Gran Premio de Hungría lució una camiseta y una mascarilla con los colores del arcoíris, en momentos en los que los dirigentes de ese país europeo debatían una ley que se consideraba discriminatoria contra el colectivo LGBT+.
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