LeBron James tuvo un gesto de grandeza, respeto, deportividad y gran reconocimiento con un rival

Un triple salvador de Matt Ryan para forzar la prórroga, un partidazo de Lonnie Walker y una sólida actuación de Russell Westbrook saliendo desde el banquillo le dieron este miércoles a Los Angeles Lakers su segunda victoria seguida al superar a los New Orleans Pelicans (120-117).

Después de ir ganando por 16 puntos en el tercer cuarto, los Lakers (2-5) ya veían su sexta derrota en el casillero al ir perdiendo de 3 con 1.6 segundos en el reloj y tiros libres para los Pelicans.

Sin embargo, Dyson Daniels falló los tiros libres y los Lakers mandaron el partido a la prórroga con un triple excepcional de Ryan sobre la bocina y desde la esquina.

En una noche de actores secundarios en la meca de Hollywood, Lonnie Walker lideró a los angelinos con 28 puntos (5 de 9 en triples) y jugadas espectaculares como un enorme mate en la segunda mitad.

LeBron James (20 puntos con 9 de 23 en tiros, 10 rebotes y 8 asistencias) y un tocado Anthony Davis (20 puntos y 16 rebotes) compartieron protagonismo con otros jugadores como Westbrook, consolidado como sexto hombre y que acabó con 13 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias en 25 minutos después de haber sido el mejor de los Lakers en la primera mitad.

Sin Brandon Ingram ni Herb Jones, los Pelicans (4-3) dejaron escapar una victoria que tenían al alcance de la mano.

Zion Williamson (27 puntos y 7 asistencias), CJ McCollum (22 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias) y el hispano José Alvarado (15 puntos) fueron los mejores de Nueva Orleans.

El español Willy Hernangómez volvió a quedarse sin minutos en los Pelicans.

Tras arrancar con cinco derrotas consecutivas, los Lakers han ganado confianza con dos triunfos seguidos y recibirán el viernes a otro rival propicio para aumentar su racha: los Utah Jazz.

TERROR DE PERÍMETRO, SONRISA DE WESTBROOK

La noche de Halloween ya queda en el retrovisor, pero Lakers y Pelicans le rindieron un homenaje tardío con un festival de terror en el perímetro.

Con un escalofriante 6 de 21 en triples para los Lakers y un aún más espeluznante 3 de 14 para los Pelicans, la primera mitad no fue precisamente un recital ofensivo.

Valanciunas y Zion sacaron músculo en la zona y con eso un poco de oficio cerraron los Pelicans el primer cuarto por delante (23-27).

Pero en el segundo parcial apareció la mejor versión de Westbrook.

Cada vez más cómodo como revulsivo para Darvin Ham, el base cambió radicalmente la energía de su equipo, atacó la vacilante defensa de Nueva Orleans y, sobre todo, se dedicó a repartir juego entre sus compañeros.

Así, los Lakers llegaron al descanso con un fantástico parcial de 12-0 y Westbrook acabó la primera mitad (56-44) con 11 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias.

FINAL ÉPICO

La defensa, sin duda lo mejor de su temporada hasta el momento, llevó a los Lakers en la reanudación a su mayor ventaja (+16).

McCollum animaba a unos Pelicans timoratos, pero la reacción visitante llegó con la entrada de un incandescente y escurridizo Alvarado.

El base hispano encabezó un impresionante parcial de 0-15 y los Pelicans, con su segunda unidad, retomaron momentáneamente el dominio del marcador antes de un último cuarto con todo por decidir (82-79).

Pocas veces se ha enfrentado LeBron a alguien con un físico tan potente como el suyo, pero Zion buscó una y otra vez -y le superó una y otra vez- con una valentía admirable.

Sin embargo, su quinta falta le mantuvo fuera en unos minutos clave del último cuarto.

Walker, Reaves y Beverley unieron fuerzas en los Lakers, pero los Pelicans conservaron la calma y rozaron con la yema de los dedos la victoria antes del desastre de los tiros libres de Daniels y el triple épico de Ryan.

Espoleados por una afición angelina alucinada al pensar que el partido estaba totalmente perdido, los Lakers fueron muy superiores en la prórroga y se dejaron guiar por LeBron y Davis para firmar su segundo triunfo del curso.