LeBron James, la superestrella de Los Ángeles Lakers, confirmó que recibió la vacuna contra el COVID-19, pero aseguró que no es su "trabajo" convencer a otros jugadores de la NBA para que se inmunicen contra el virus.
El alero, que esta temporada pugnará por el quinto anillo de su carrera, se había mostrado en el pasado escéptico sobre el tema y había declinado aclarar si estaba inmunizado, alegando que era un asunto "privado" para él y su familia.
Este martes, en la presentación a medios de la nueva plantilla de los Lakers, 'King James' dijo que participó en la campaña de vacunación del 100% de jugadores y cuerpo técnico de la franquicia angelina.
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"Al final del día uno siempre trata de encontrar la manera de estar disponible y proteger a los demás y colocarte en la mejor posición posible para tus compañeros", dijo LeBron James. "El objetivo final es ganar un campeonato y eso empieza por estar sano".
El alero, que lideró a los Lakers al título en 2020, dijo que optó por vacunarse al ser la mejor opción para él y su familia.
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"Creo que cada uno tiene la decisión de hacer lo que cree que es correcto para sí mismo y su familia", señaló LeBron James, de 36 años.
"Sé que era muy escéptico al respecto, pero después de investigar por mi cuenta sentí que era lo más adecuado para mí, mi familia y mis amigos. Por eso decidí hacerlo", afirmó.
Se estima que alrededor del 90% de los jugadores de la NBA se han vacunado antes del inicio este martes de los entrenamientos para la nueva temporada, que arranca el 19 de octubre.
Sin embargo, la atención se ha centrado en algunas figuras de la liga que por ahora rechazan vacunarse o aclarar su posición al respecto.
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El lunes, el base Kyrie Irving no acudió a la presentación de los Brooklyn Nets debido, según medios estadounidenses, a que su presencia en la cancha incumpliría los protocolos locales contra el coronavirus.
La figura de los Washington Wizards, Bradley Beal, declaró que no se ha vacunado por "motivos personales" y el canadiense Andrew Wiggins, de los Golden State Warriors, vio como su solicitud de una exención de la vacuna por motivos religiosos fue rechazada por la NBA y podría perderse partidos como local en San Francisco (California).
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Al ser preguntado el martes sobre si podría desempeñar un papel más activo para persuadir a otros jugadores sobre la vacuna, LeBron James afirmó que ese papel no le corresponde.
"Estás hablando de los cuerpos de los individuos", recalcó. "No estás hablando de algo que sea político, o de racismo, o de brutalidad policial. Estás hablando de los cuerpos de las personas y de su bienestar".
"Ese no es mi trabajo", zanjó. "No creo que, personalmente, deba involucrarme en lo que la gente hace por su cuerpo y su forma de ganarse la vida. Sería como si yo hablara de si alguien debería aceptar este trabajo o no. Tienes que hacer lo que es mejor para ti y tu familia".
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