Rejuvenecida y entusiasta, la selección francesa de Kylian Mbappé pasa un primer test como visitante, el próximo lunes 27 de marzo en Irlanda, en un desplazamiento difícil por el fervor local, pero que puede transformarse en un empujón importante para la Eurocopa-2024 en caso de victoria.
Tras los "Oranje", lugar para los "Boys in green", los "hombres de verde" y su Aviva Stadium de Dublín (menos de 52.000 plazas), que estará lleno para la visita de los subcampeones del mundo franceses.
Liderados por su nuevo capitán, los Tricolores empezaron con buen pie su campaña clasificatoria para la próxima Eurocopa, con una victoria por 4-0 contra unos Países Bajos diezmados y decepcionantes, el viernes en el Stade de France.
El viaje a Irlanda reserva a los Bleus otro ambiente en el estadio situado en Lansdowne Road, fatal para sus homólogos de rugby un mes antes en el Torneo de las Seis Naciones (32-19).
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Esta vez, el rival no tiene la envergadura que tiene su equivalente en rugby, ya que la República de Irlanda solo ocupa el puesto 48 en el ránking de la FIFA, con una generación más bien anónima, ausente de la última Eurocopa y de los cinco últimos Mundiales.
Idea de juego basado en la "Intensidad"
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La idea, para los Bleus, es simplemente encadenar una segunda victoria para aumentar la ventaja al frente de su grupo, antes de regresar en junio ante rivales más abordables, con Gibraltar y Grecia en el programa.
Pero el seleccionador Didier Deschamps sabe lo complicado que es ganar como visitante: en 2022, sus Bleus no lograron ninguna victoria (derrota en Dinamarca, empates en Croacia y en Austria).
"No va ser el mismo partido, en materia de intensidad y de compromiso. Tendremos otro combate el lunes", predijo el viernes el técnico, tras la victoria contra Países Bajos, ya que, además, el rival llegará descansado al no haber jugado.
Exentos de su partido de la primera jornada, los hombres de Stephen Kenny pudieron afinar su preparación con vistas a este duelo con un amistoso el miércoles contra Letonia, que ganaron por 3-2, gracias al joven Evan Ferguson, de 18 años, y a Chiedozie Ogbene, goleador decisivo dos minutos después de haber entrado en juego.
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Frente a los Bleus, "es un gran test, pero un test a saborear. Será el principal mensaje para los chicos", asegura el nuevo adjunto John O'Shea. "Con un estadio lleno, es una posibilidad para nosotros de poder mostrar a nuestros jóvenes talentos y nuestra unión colectiva", asegura el exdefensa, titular en la famosa repesca del Mundial de Sudáfrica en 2009, famosa por la mano de Thierry Henry.
En la prórroga, Henry se llevó la pelota con la mano para centrar y que William Gallas marcara el gol de la clasificación.
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¿Olivier Giroud en la rotación?
Desde esa confrontación, Francia dominó a Irlanda dos veces, en la Eurocopa-2016 (2-1, doblete de Antoine Griezmann) y después en un partido de preparación al Mundial-2018 (2-0), con un gol de Olivier Giroud.
A sus 36 años, el número 9 espera ser titular en Dublín tras haber empezado el duelo contra Países Bajos en el banquillo de suplentes. Pero Randal Kolo Muani impresionó en Saint-Denis, rediseñando la jerarquía de los delanteros.
Otra plaza podría ser disputada en la derecha del ataque, con Marcus Thuram y Moussa Diaby postulando para empujar a Kingsley Coman al banco.
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El puesto de extremo izquierdo está reservado por varios años para un Kylian Mbappé imparable. El brazalete de nuevo capitán no parece frenar su irremediable ascensión: tras su doblete del viernes, el jugador parisino de 24 años lleva una serie loca de 20 goles en 17 partidos con los Bleus.
"Intento hacer mi trabajo, intentando ser decisivo y arrastrando a los otros conmigo", indicó la estrella tricolor. Pero "lo más duro queda por hacer".
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En función de los estados de forma, Didier Deschamps hará sin duda "algunos cambios", como indicó.
Pero las plazas estarán caras en defensa. El eje de centrales Konaté-Upamecano parece instalado delante del guardameta Mike Maignan, lo mismo que en el centro del campo, donde el trío Griezmann-Tchouaméni-Rabiot ha convencido.