El técnico de la Selección de Dinamarca , Kasper Hjulmand, señaló este viernes 18 de noviembre, que su equipo no se callará sobre la situación de los derechos humanos en el Mundial de Qatar 2022 , al mismo tiempo que confió en que el torneo pueda generar una importante reforma en el fútbol, pensando en el futuro.
La FIFA desestimó la semana pasada una solicitud por parte de Dinamarca de usar camisetas de entrenamiento con el lema "Derechos Humanos para Todos" en Catar, al alegar que se trataba de un mensaje político.
El país escandinavo ha sido uno de los que han expresado con más fuerza su oposición a que se celebrara la competición en Catar, debido a su historial de derechos humanos, motivo por el que el Gobierno y la familia real descartaron asistir.
Hjulmand hizo caso omiso de la prohibición de la camiseta antes de una sesión de entrenamiento de cara al primer partido de Dinamarca contra Túnez, al decir que "hay diferentes formas de hacer las cosas".
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"Sí. Podría usar una camiseta, pero también hay un trabajo duro detrás que no se ve", indicó.
"No estamos siendo silenciados. Hay mucho trabajo por parte danesa, el equipo, nuestro director deportivo, la dirección", precisó.
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"Hay muchas maneras de tratar de cambiar las cosas y, con suerte, esperamos no volver a estar en esta situación", puntualizó.
La Asociación Danesa de Fútbol (DBU) ha sido crítica desde que se atribuyó la organización del Mundial a Catar en 2010.
Los daneses han estado en los últimos meses en el frente al exigir más derechos para los trabajadores inmigrantes y la comunidad LGBT+ en el emirato.
Hjulmand aseguró que tenía "dos sueños" sobre lo que puede lograr la protesta.
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"Un sueño es que los órganos rectores del fútbol y, tal vez, del deporte en general, tengamos gente más progresista, joven y diversa en los lugares donde se toman las decisiones", afirmó.
"La segunda parte es que tengamos más empatía en el mundo, escuchemos e intentemos entender a otras personas", dijo.
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Por su parte, el defensa danés del Leeds United, Rasmus Kristensen, reveló que los jugadores apoyaron la protesta de la DBU.
Kristensen subrayó que era "una pena" que no se les permitiera utilizar las camisetas de entrenamiento a favor de los derechos humanos.
"Aparentemente son las reglas de la FIFA", afirmó Kristensen y añadió que "ya veremos" cuando se le preguntó si los jugadores están planeando otras propuestas.
"Puedes estar en desacuerdo y creo que nosotros lo estamos", concluyó el jugador.
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