La Selección Colombia y la Copa América Brasil 2019: con licencia para soñar

Desde este sábado, frente a Argentina, comenzará oficialmente la era de Carlos Queiroz como entrenador del seleccionado colombiano. Se renuevan ilusiones, de una generación que nos ha dado alegrías de sobra. Somos un país futbolero. Cada que juega la Selección Colombia de mayores se siente un ambiente distinto en nuestras ciudades, la moda de las camisetas inunda de amarillo cada rincón y el tema de conversación son Queiroz, James, Ospina, Yerry, Falcao y Cuadrado, por solo mencionar a los referentes del equipo nacional. En las horas previas al debut sobran las conjeturas, cada colombiano se cree técnico; y un alto porcentaje de nuestros compatriotas -me incluyo- sueñan con una gran Copa América en Brasil. Y hay argumentos futbolísticos como para ilusionarse con la Colombia de Queiroz. Aunque es evidente que el portugués lleva poco tiempo sentado en el banquillo de nuestra Selección; se mantiene la base de jugadores -en total son 13- y la columna vertebral que jugó en Rusia y que estuvo a poco de eliminar a Inglaterra, en los octavos de final de la pasada Copa del Mundo. En los dos partidos preparatorios y siendo sincero, Panamá fue un entrenamiento suave, mucho si se quiere; en el que los colombianos jugaron a su antojo, los canaleros no metieron miedo, poco exigieron, ni patadas dieron y el 3-0 fue un resultado corto. Y ya frente a Perú, un buen seleccionado y con un técnico capaz como Ricardo Gareca; Colombia mostró solidez defensiva, suficiencia en la zona media y vocación ofensiva con hombres de calidad y experiencia como James Rodríguez, Luis Fernando Muriel y Falcao García, en el primer tiempo. En la parte complementaria, en Lima; Queiroz movió su nómina, ordenó varios cambios y mandó a la cancha a suplentes de lujo como el goleador Duván Zapata y a Edwin Cardona, quien ha sorprendido con su buen nivel y desde ya, ha sido objeto de elogios del seleccionador nacional. Además de esos nombres, no hay que olvidar la seguridad de David Ospina, la presencia y fuerza de Dávinson Sánchez; la labor de esa 'hormiguita' llamada Wilmer Barrios y la ida y vuelta de Mateus Uribe. Pero más allá de las individualades, que las tenemos, es valioso resaltar el discurso y el concepto de equipo enviado por Queiroz, que afirmó que la figura son todos, que creando esa unión y colectividad seguramente se va a salir adelante, cuando se presenten las adversidades dentro del terreno de juego. Igualmente, de Colombia hay una que otra preocupación porque no hay equipos, ni seleccionados perfectos. Por ejemplo, Juan Guillermo Cuadrado se encuentra lejos de un gran nivel y le ha costado entrar en el juego de volantes interiores que propone el cuerpo técnico. A Yerry Mina hay que verlo en la competencia oficial, después de una temporada en Everton con lesiones y contratiempos. Para verdades la cancha, en este caso la del Arena Fonte Nova, en donde Colombia enfrentará a la Argentina, comandada por Lionel Messi. Una prueba brava para empezar, un termometro para saber en qué estamos y el inicio de un torneo como la Copa, en el que hay licencia para soñar.