La fase de grupos del Mundial no tuvo el mejor cierre para la Selección Colombia femenina. Luego de haber vencido 2-0 a Corea del Sur y 2-1 a Alemania, este jueves la 'tricolor' se vio sorprendida y cayó 0-1 frente a Marruecos. La autora del único tanto del compromiso fue Anissa Lahmari. Por fortuna, eso no influyó ni afectó en nada y el combinado patrio igual clasificó a los octavos de final.
Además, pese a la derrota, no todo fue negativo. Hubo algunos puntos altos y que valen la pena resaltar, empezando por lo que se vio bajo los tres palos. El combinado africano remató seis veces a puerta y la arquera Catalina Pérez estuvo atenta en la mayoría, con sus reflejos y atajadas. De hecho, fue clave para que tardara la apertura del marcador. Asimismo, no tuvo nada que ver en el gol.
Se jugaba el minuto 45, cuando Ghizlane Chebbak ejecutó un penalti y se encontró con la murralla 'cafetera'. La guardameta nacional 'voló' al palo izquierdo y evitó la anotación. Infortunadamente, en el rebote no pudo hacer mucho y las redes se inflaron. Igual, eso no fue motivo para que no terminara siendo una de las destacadas en cancha. Ahora, no fue la única y otras también brillaron.
De la mano de ese rendimiento de la golera, tiene respaldo en la zona defensiva. La encargada de poner el orden, en esta ocasión, fue Jorelyn Carabalí. La central se mostró firme en los cierres y no permitió que pasara ningún mano a mano. Por momentos, tuvo que 'echarse' al hombro la labor de Daniela Arias, que no tuvo su mejor partido e incluso fue la responsable de cometer el penalti.
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Y así como figuraron en la parte de atrás, también lo hicieron en ataque. Mayra Razmírez, otra vez, se puso overol. La delantera nunca niega una gota de sudor y esta vez no fue la excepción. Pese a que no generó tantas ocasiones de peligro, hizo una gran labor como pivot. Fue un dolor de cabeza para la defensa y hasta estrelló un tiro en el palo. Puso a prueba las rivales con su potencia.
Por último, no nos podemos olvidar del talento, la magia, el desborde, la alegría y desequilibrio que imprime Linda Caicedo, día a día. La única manera en la que pudieron detenerla, en medio del desespero que les generó, fue con fuertes infracciones. Prueba de ello fue que se le vio cojeando. Por fortuna, en zona mixta, explicó que no había pasado a mayores y se encontraba muy bien.
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