Dos victorias al hilo, 1-0 ante Perú 1-0 y la goleada 4-0 a Paraguay, provocaron que Bolivia salga de una pesadilla en la clasificatoria sudamericana para Catar-2022, hacia la ilusión de llegar al mundial de fútbol.
Bolivia escaló a la séptima posición en la tabla de posiciones, con 12 puntos en 12 partidos y se sumó al grupo de selecciones que pelean una plaza para el próximo ecuménico.
El equipo dirigido por el venezolano César Farías no enamoraba a la hinchada, hasta los dos últimos partidos, cuando retomó oxígeno para seguir en campaña para el máximo torneo internacional.
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Hasta las últimas dos jornadas, sólo había obtenido una victoria (2-1) ante Venezuela en junio pasado y sumado seis derrotas y tres empates, como local y visitante. Entonces, el panorama era desolador, y su adiestrador en el banquillo de los culpables.
Como local en su feudo del estadio Hernando Siles de La Paz, con su temida altura de 3.600 metros, perdió 2-1 ante Argentina y 3-2 ante Ecuador y empató ante Colombia 1-1: dejó escapar ocho puntos.
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Ni el más optimista fanático pudo imaginar semejante paliza a la albirroja que le costó el cargo a su DT, el argentino Eduardo Berizzo.
Cuando Farías compareció la noche del jueves ante la prensa, en las habituales conferencias después de cada partido, se notaba a un hombre distendido, liberado de la pesada carga que tuvo que soportar, como la de un hombre en un purgatorio sin salida.
Farías respiraba profundo y luego exhalaba y respondía pausado, retomando el lenguaje de la esperanza de viajar a Catar, el que había desaparecido en los últimos partidos.
"Hoy le ganamos a una gran selección, con grandes jugadores, con un gran cuerpo técnico", afirmó el adiestrador de los bolivianos, quien agregó que Paraguay fue "un rival dificilísimo".
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Recambio generacional
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Bolivia añora repetir la histórica clasificación a Estados Unidos-94, de la mano del español Xabier Azkargorta, pero desde entonces las clasificatorias terminaron en rotundos fracasos.
Al inicio de cada ronda premundialista abundaban las promesas que naufragaban cada vez en el fracaso. Incluso el tradicional 'cliché', eliminatoria tras eliminatoria, de que "ganamos experiencia" sonaba a un frase masoquista de mal gusto.
Farías hizo sus primeros recambios generales para el preolímpico de Colombia 2020, en la que Bolivia fue tercero en el Grupo B, por debajo de Brasil y Uruguay y por encima de Paraguay u Perú.
Varios de esos jugadores fueron llamados para la presente eliminatoria, a los que el timonel los llamó la "generación del preolímpico".
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Tres de los cuatro goles ante los paraguayos fueron obtenidos por jugadores de esa generación: Moisés Villarroel, Víctor Abrego y Roberto Fernández.
Bolivia aún tiene un panorama cuesta arriba en las eliminatorias. Sudamérica otorga cuatro boletos directos para Qatar y un quinto ir a la repesca ante un equipo de otro continente.
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Hasta ahora los que están más cerca del máximo torneo mundial de fútbol son Brasil (31) y Argentina (25), mientras que el resto deben seguir peleando un espacio, como Ecuador (17), Colombia (16), Uruguay (16), Chile (13), Paraguay (12) y Perú (11). Sólo Venezuela parece sumida en un sin futuro.
Los países, por tal motivo, deben seguir jugando cada partido como si fueran finales, con la calculadora en la mano y dependiendo que a sus adversarios les vaya mal.