La Premier League ha endurecido el protocolo contra la COVID-19 y ha impuesto los test de antígenos diarios a futbolistas y empleados de los clubes además de dos PCR semanales para controlar los brotes.
Esta medida se ha tomado después de que la Premier anunciara 42 casos la semana pasada, lo que supone el mayor número desde que comenzó la pandemia y volvió el fútbol, y un descontrol total en comparación con la anterior mayor cifra de esta campaña: los 16 positivos de mediados de agosto.
El incremento de contagios en el Reino Unido por la variante ómicron, que está batiendo récords desde el verano, se ha trasladado también a la Premier League, que ha visto cómo el Manchester United, el Tottenham Hotspur, el Brighton & Hove Albion, el Leicester City, el Norwich City y el Aston Villa han anunciado varios positivos en los últimos días.
El caso más grave ha sido el del Tottenham, que tuvo que aplazar sus encuentros contra el Rennes, de la Liga Conferencia, y el Brighton, en la Premier, después de que hubiera ocho jugadores con COVID-19.
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El segundo partido en la liga en aplazarse fue el Brentford-Manchester United, tras un pequeño brote entre los jugadores que ha llevado a cerrar las instalaciones del primer equipo durante 24 horas.
De este modo, la Premier vuelve a exigir dos test PCR semanales a los jugadores y empleados, como se hacía la temporada pasada, además de hacer un test de antígenos diario. Esta campaña, las medidas se habían relajado y tan solo se hacían dos test de antígenos a la semana, mientras que las PCR solo se hacían para confirmar los casos positivos.
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También se endurecerán las medidas en cuanto a distancia social, tiempo en interiores y uso de la mascarilla.
Esto, junto a la tercera dosis de la vacuna, que ya pueden recibir los mayores de 18 años en el Reino Unido, pretende frenar la expansión del virus antes de la crítica campaña navideña.
En cuanto a los aficionados, en los estadios de la Premier League, en concordancia con las medidas del Gobierno, tendrán que enseñar el pasaporte de vacunación o un test negativo para acceder.