La Justicia argentina ordenó y llevó un registro en el apartamento de Buenos Aires donde vive Maximiliano Trimarchi, que trabajaba como chófer de Diego Maradona, en el marco de la causa en la que se investiga si hubo mala praxis en el tratamiento médico del astro del fútbol, que murió de un paro cardiorrespiratorio el 25 de noviembre pasado.
Según informó en un comunicado la Fiscalía General de San Isidro, encargada del caso, a petición del equipo de fiscales y por orden del juez, se realizó el allanamiento del apartamento de Trimarchi, durante el cual se incautó su teléfono celular.
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El motivo del registro obedece a que "se ha constatado" que el chófer estaba en la casa del barrio privado San Andrés, en la provincia de Buenos Aires, donde falleció el exfutbolista, al momento del deceso.
"La importancia del secuestro (incautación) de dicho elemento radica en que podría resguardar en ese dispositivo información valiosa vinculada al suceso", añade el texto difundido.
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Además, comenzó la pericia informática que llevarán a cabo peritos de la Unidad de Análisis e Investigación Digital de la Policía Judicial de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires, sobre los dispositivos electrónicos ya incautados en otros registros.
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Y continúa el análisis iniciado el pasado viernes de los celulares del neurocirujano Leopoldo Luque, que atendía a Diego Maradona y había participado de su intervención por un hematoma cerebral a comienzos de noviembre, y de su psiquiatra, Agustina Cosachov.
Diego Maradona falleció a los 60 años en el domicilio en el que se recuperaba de esa intervención quirúrgica, entre otras dolencias, y tras el fallecimiento se inició una investigación por posible mala praxis que, aunque por ahora no tiene imputados, tiene en el punto de mira al cuerpo médico responsable del cuidado del ‘10, principalmente Luque y Cosachov.