La historia que hace unos días comenzó con un reto en la carretera terminó por convertir Iván Darío Jiménez, floricultor del oriente antioqueño, en gregario de Rigoberto Urán por un día.
“Mire pues la belleza de Cannondale que se va a llevar, para que empiece a entrenar, de parte de todo el equipo de Go Rigo GO”, le dijo el ciclista colombiano a ‘Ivancho’.
Vestido como todo un gran deportista, de pies a cabeza, Ivan Darío dio el paso a la primera carrera virtual de su vida y no lo hizo solo.
“Vamos a ver si somos capaz de aguantar el paso”, comentó incrédulo.
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“Si usted me lo aguantó en estos, güevón”, le respondió Urán entre risas.
Y como en toda carrera llegó el momento de rematar con un buen sprint. Entre gritos, silbidos y aplausos finalizó la competencia.
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El resultado: Rigo en el puesto 301 e Iván en el 302, de una carrera que nunca podrán olvidar el campesino de Urrao y el campesino de La Ceja, Antioquia, a quienes los unieron las flores y las bielas.