Marcus Rashford, que pasó de ser un héroe en la lucha contra la desnutrición infantil a un villano al fallar un penal en la final de la Eurocopa del año pasado ante Italia, intenta reconquistar los corazones de los ingleses en el Mundial de Qatar-2022 , en un papel de 'comodín' de lujo, a la espera de ofrecer por fin una buena actuación.
No es frecuente que un futbolista haga cambiar de postura a un gobierno y Rashford lo ha hecho dos veces.
Durante la pandemia de covid-19, logró que virara el ejecutivo conservador de Boris Johnson para que continuara proporcionando comidas gratuitas a los niños durante las vacaciones escolares.
Una lucha que le afecta de lleno: su madre, Melanie, se esforzó por alimentar a sus cinco hijos.
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"Sé lo que es tener hambre. Hace 10 años yo era uno de ellos", escribió en una columna en el diario The Times.
Esto le sirvió para ser nombrado Miembro del Imperio Británico (MBE) por la reina Isabel II, en octubre de 2020, un honor rarísimo cuando solo tiene 22 años.
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Sin embargo, nueve meses después, 'Saint-Marcus', como se le llamaba, recibió un torrente de insultos, esencialmente racistas, después de su tiro de penal fallado contra Italia, en la final de la Eurocopa.
"Nunca está bien ser víctima de racismo, no es bueno para nadie", explicó el domingo Rashford, en una rueda prensa, al mismo tiempo que rechazaba la ira.
"Es más bien una decepción. Nos decepciona que la gente tenga este tipo de ideas", prosiguió el atacante del Manchester United.
- "Recuperar mi propia felicidad" -Después de jugar con un hombro lesionado al final de la temporada, Rashford optó por operarse tras la final. Además, en la campaña 2021-2022, catastrófica para el Manchester United, pasó como un fantasma, cediendo su lugar en la selección.
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En cambio, a mediados de este año, con casi 25 años, decidió retomar las riendas de su carrera.
"Creo que, para mí, se trataba simplemente de recuperar mi propia felicidad", explicó a la cadena británica ITV, después del partido ante Irán.
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Mientras sus compañeros recargaban las baterías en perspectivas de una temporada densa y cargada, Rashford partió a Oregón, al centro de rendimiento de su proveedor de ropa deportiva Nike.
Después de un análisis minucioso y de ejercicios intensos, modificó su postura a la hora de esprintar, identificó el mejor lado para girarse en función de su campo de visión y redujo el número de masajes que recibe, para que su cuerpo vuelva a regenerarse solo.
Regresó con la mejor puntería de su historia, y desde entonces, bajo las órdenes de Erik Ten Hag, ha estado deslumbrando en los 'Red Devils'.
Un pequeño problema físico le impidió unirse a sus compañeros de selección en septiembre en el final de los grupos de la Liga de Naciones, pero acabó siendo convocado para el Mundial.
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"Estoy a tope"
Contra Irán, 48 segundos después de entrar en juego y en su primer balón con la selección desde la pena máxima errada hace 16 meses, marcó el quinto gol en una victoria excelsa inglesa (6-2).
Frente a Estados Unidos (0-0), también jugó el último cuarto de hora.
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"Estoy a tope (...) Empecé en el banquillo, pero no espero más que una oportunidad" de mostrarse, afirmó Rashford.
"Sinceramente, estoy contento de poder divertirme jugando al fútbol", señaló el sábado. "Me hizo bien ver a los chicos después de haber estado lejos tanto tiempo", subrayó.
Acostumbrado a los vaivenes de la opinión pública, los abucheos al final del empate contra Estados Unidos no le afectaron más que las alabanzas después de Irán.
"Es el fútbol. Cuando ganas, eres el mejor equipo del mundo y cuando pierdes eres el peor", precisó.
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"No hace falta que nos abucheen para saber que no hemos jugado el partido que deberíamos haber hecho", añadió.
"Pero queremos ganar partidos, marcar goles, jugar un fútbol ofensivo. Y si podemos hacerlo de una manera divertida, eso es lo que realmente deseamos", concluyó Rashford.
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