Un día llegó al edificio Ataco, hospedaje de la delegación de Colombia en la Villa Centroamericana y del Caribe y se transformó en la compañía inseparable de los atletas, entrenadores, directivos y delegados que ahí se hospedaron por más de dos semanas.
Se trata de un perro a quien bautizaron como ‘Colombo’.
“Colombo llevaba por aquí bastante tiempo, no sabemos cuánto. Andaba deambulando por el edificio, raspaba las puertas y pedía comida. Empezamos a darle de comer, empezó a quedarse con nosotros y de un momento a otro se metió al cuarto y ahí fue todo, amor a primera vista”, explicó Patricia Chitiva Sánchez.
La doctora Patricia es una de las nutricionistas de la delegación colombiana, quien al ver la forma en que la mascota se apegó tanto a ella y a los atletas, decidió adelantar los trámites legales para adoptarlo.
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“Lo primero que pensamos fue darle un hogar acá, pero nos dijeron que la gente en El Salvador no es muy dada a adoptar. Entonces, decidimos hacerlo nosotros y gracias al apoyo del presidente Ciro Solano y la gente de la organización de San Salvador lo pudimos hacer”, destacó.
Cómo mascota, permanece todo el día en el lobby del edificio Ataco a la espera de la doctora Patricia, mientras juega con los atletas.
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Aunque no es de carácter dócil, una vez toma confianza con las personas se transforma completamente en su carácter.
“Al principio comía de todo lo que le dábamos. Ahora solo come carne y pollo. Se nos volvió exigente”, aseguró entre risas Chitiva Sánchez.
‘Colombo’ tiene todos los permisos necesarios para viajar con el resto de la delegación desde este domingo, cuando el equipo nacional se desplace nuevamente a territorio nacional y será protagonista en la ceremonia de clausura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Sin duda alguna una bonita historia de Colombia, quien no solo fue segunda en el medallero general, sino que se hizo con un fiel 'amigo'.
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