Lewis Hamilton declaró que su monoplaza de Mercedes "está empeorando" y descartó cualquier esperanza de que mejore antes del próximo año, después de tener problemas en los entrenamientos del viernes para el Gran Premio de Canadá de este fin de semana.
El siete veces campeón del mundo, que consiguió su primera victoria en la Fórmula 1 en el Circuito Gilles Villeneuve en 2007 y que ha triunfado en siete ocasiones en esta pista, terminó en un discreto 13º lugar en la segunda sesión de entrenamientos y decimoquinto en los terceros entrenamientos.
Admitió que el Mercedes con el que ha tenido problemas esta temporada está "aquí para el año" y que es poco probable que cambie o mejore lo suficiente como para provocar un repunte en la forma o en los resultados.
Asolado por problemas de rendimiento, sobre todo con el "porpoising" y el rebote, el equipo había optado por probar algunas ideas radicales de puesta a punto en un intento de resolver sus problemas.
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"El coche está empeorando cuanto más le hacemos", dijo Hamilton.
"Es más o menos como todos los viernes para nosotros: probando muchas cosas, incluyendo un suelo experimental en mi lado, que no funcionó", declaró Hamilton.
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"Nada de lo que hacemos a este coche parece funcionar. Fuimos de diferentes maneras, pero nada funciona. Para mí fue un desastre. Seguimos trabajando en él, pero es lo que es y creo que este es el coche del año, así que tenemos que aguantar y trabajar duro para construir un coche mejor para el año que viene", agregó el piloto británico.
Hamilton dijo que él y su compañero de equipo George Russell, que fue el séptimo más rápido el viernes, habían ido en direcciones opuestas con propuestas radicales de puesta a punto para mejorar el rendimiento, especialmente el "porpoising" que les ha dejado a ambos con un agudo dolor de espalda esta temporada.
El jefe técnico del equipo, James Allison, estuvo el viernes en el Circuito Gilles Villeneuve para ayudar a Mercedes a encontrar una solución a sus problemas.
Hamilton se rió al describir la experiencia de conducir su coche mientras rebotaba, saltaba y se movía en la pista.
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En los últimos minutos, con un nuevo suelo montado, dijo al equipo que "este coche ya no se puede conducir".
Hamilton dijo también que se sentía aliviado por haber completado el día sin preocupaciones físicas más graves después de sufrir problemas agudos de espalda el pasado domingo en Bakú.