Con el regreso para la presente temporada de Edwin Cardona al fútbol colombiano para defender los colores del América de Cali, su familia también se instaló nuevamente acá después de haber estado viviendo en Argentina y México. Y mientras que el volante antioqueño entrena a todo vapor con los 'escarlatas' y se alista para la fase final de la Liga II 2023, Carolina Castaño, su esposa, se ha visto muy activa en redes sociales promocionando el negocio de cuidado personal que desde hace un tiempo funciona en Medellín.
Así las cosas Castaño apareció en su cuenta oficial de Instagram para mostrar cada uno de los rincones del lugar que se especializa en "bronceado brasileño, bronceado en cámara y aerógrafo".
Incluso en medio de ese recorrido, se observó en una de las paredes un mural en el que Cardona aparece sonriente, junto a dos de sus hijos, uno de los Emilio, el menor de la familia y que es frecuente verlo junto al futbolista de los 'escarlatas'.
Así las cosas, la antioqueña también se 'juega su partido' en el lugar que ha ido embelleciendo y adecuando de la mejor manera, incluso con algunas máquinas de alta tecnología.
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Cabe señalar que Carolina Castaño se ha convertido en un soporte en la carrera de Edwin Cardona, quien cuenta con una amplia experiencia en nuestro país y también en el exterior. De igual manera, el futbolista no ha desamparado a su pareja sentimental, que según se supo tuvo que afrontar algunos quebrantos de salud recientemente.
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La confesión de Edwin Cardona y su depresión
Edwin Cardona en una entrevista con 'Directv' confesó algunos problemas que tuvo en su vida. Así indicó que “sepan que al final nosotros somos seres humanos, yo llegaba a mi casa y tomaba pastas para poder dormir, sufría de depresión, tener que estar las 24 horas con una persona que me acompañara a entrenar, después del entrenamiento en el carro, durmiera conmigo. Llegué una época en la que solo tenía a mi familia, a mi hijo que tenía nueve años, que era el que podía viajar, porque mi esposa no podía por temas de salud. Dios le pone esas personas a uno, pero un niño de 8 años (su hijo) fue la única persona que me salvó de alguna tragedia que yo hubiera hecho en lo personal. Nadie me preguntaba por qué no jugaba, por qué no me metían”,