El francés Kylian Mbappé saltó al césped del Santiago Bernabéu en la víspera del partido contra el Real Madrid a ejercitarse con normalidad en los 15 minutos abiertos a la prensa después de que el lunes recibiera un pisotón involuntario por parte de su compañero Idrissa Gueye.
El galo fue el gran protagonista, y lo sabía. Su futuro parece pasar por vestir la camiseta del conjunto blanco y al saltar al terreno de juego miró en repetidas ocasiones el estadio, con especial atención a la estructura que sujetará el nuevo techo, mientras caminaba en solitario.
El entrenador, el argentino Mauricio Pochettino, aseguró en la rueda de prensa minutos antes que estaba “bien” y el delantero lo demostró, al menos ante los medios de comunicación, participando en el calentamiento y en los rondos iniciales.
Una sesión en la que no se dejó ver el español Sergio Ramos, quien viajó con el Paris Saint-Germain a pesar de que no podrá jugar por lesión en su vuelta a la que fue su casa durante 16 temporadas.
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Otro que vuelve, aunque ya sabe lo que es hacerlo en repetidas ocasiones, el argentino Ángel di María, saltó al terreno de juego hablando con el italiano Marco Verratti y señalándole varias zonas del estadio, como si le contara sus secretos.
Su compatriota Leo Messi, quien suma nueve encuentros sin marcar al Real Madrid -ocho con el Barcelona y uno con el PSG- se le vio muy pegado al brasileño Neymar Junior, mostrando su buena amistad.
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Además, Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG, hizo acto de presencia y estuvo hablando con Leonardo, director deportivo, y Pochettino antes de comenzar el entrenamiento. Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, también estuvo sobre el césped, pero no se apreció saludo entre ambos.
Este miércoles, ambos clubes tienen prevista la comida de directivas.