Tras haber presentado una denuncia contra el ministro francés del Interior, Gérarld Darmanin, que le acusó de tener vínculos con el grupo integrista Hermanos Musulmanes, Karim Benzema se planeta ahora hacer lo mismo con otros responsables políticos que hicieron declaraciones similares.
Los abogados del exjugador del Real Madrid tienen en el punto de mira al líder ultraderechista Éric Zemmour, quien reprochó en la televisión pública France 2 a Benzema ser "un islamista que quiere aplicar la charia, y la charia prevé la yihad" (guerra santa).
Esas palabras podrían sentar a Zemmour en el banquillo de los acusados si los letrados de Benzema formalizan su amenaza.
Ya lo han hecho con Darmanin, quien en una entrevista televisiva en octubre pasado consideró "notorios" los vínculos de Benzema con los Hermanos Musulmanes, un grupo que en algunos países se considera terrorista, aunque no en Francia, donde tampoco es ilegal.
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"Me intereso especialmente por Benzema que tiene vínculos notorios, lo sabemos todos, con los Hermanos Musulmanes", dijo el ministro en la televisión CNews, en respuesta a un mensaje en X en el que el jugador mostraba su solidaridad con el pueblo palestino.