Dan Palmer, quien solo jugó un partido para la selección australiana contra Escocia en 2012, describió años de confusión emocional mientras ocultaba al mundo y sus compañeros de rugby que era gay.
De 32 años, el exjugador sufrió varias lesiones a lo largo de su carrera que le hicieron retirarse en 2015.
En una columna para el Sydney Morning Herald, reveló las luchas que enfrentó a lo largo de su carrera. Pocos jugadores de rugby se han declarado homosexuales y el perfil más alto es el excapitán de Gales Gareth Thomas.
"Estaba atrapado en una narrativa falsa y no veía salida", escribió Palmer.
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"La mayoría de las noches lloraba hasta quedarme dormido y habitualmente me adormecía con un cóctel pesado de opioides. Fantaseaba con desaparecer, cambiar mi nombre y comenzar mi vida de nuevo", agregó.
"No es una exageración decir que mi propia muerte se sintió preferible a que alguien descubriera que era gay", reconoció.
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A pesar de todo, Palmer dijo que disfrutó de su tiempo en los Waratahs y Brumbies y nunca se sintió discriminado, insistiendo en que "la batalla para mí fue principalmente conmigo mismo".
Aunque no se sentía capaz de hacerlo público en ese momento, dijo que los comentarios homofóbicos del año pasado de Israel Folau, de que "el infierno espera" a los homosexuales , lo motivaron a actuar.
"Aunque no fue el principal impulso para mí hacer esto, cuanto más se prolongó la saga de Folau, más me sentí responsable de decir algo", sostuvo.
"Para mí lo que es más importante que el daño que ha causado el rugby es el profundo impacto que sin duda ha tenido en los niños que lo admiraban y que luchan todos los días por comprender su sexualidad. Afortunadamente, desde mi experiencia en el rugby, puntos de vista como los de Israel son la excepción, no la regla", agregó.
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Folau, ferviente cristiano evangélico, escribió en abril de 2019 en su cuenta de Instagram: "Borrachos, homosexuales, adúlteros, mentirosos, fornicadores, ladrones, ateos, idólatras, ¡el infierno los espera!". Muchos consideran que se se equivocó y discriminó, algo que no es muy cristiano.
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Folau, el anotador récord de Super Rugby que jugó 73 veces con Australia, fue expulsado de la selección por sus comentarios.
Ahora juega en Francia después de resolver una demanda de varios millones de dólares por su despido.
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'Los gays no se sienten bienvenidos'
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El actual capitán de los Wallabies, Michael Hooper, dijo que Palmer, ahora entrenador de los Brumbies, era una "columna poderosa".
"Me siento muy feliz por Dan. Es un gran tipo, un gran Wallaby, un gran jugador de rugby y ahora entrenador", expresó.
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David Pocock, quien era capitán cuando Palmer hizo su aparición en los Wallabies, afirmó que era "uno de los mejores hombres que conocí y con los que jugué en el rugby".
"Creo que el deporte está en su mejor momento cuando desafía a la sociedad a ser más inclusiva", agregó Pocock, un acérrimo defensor de la igualdad en el matrimonio.
Erik Denison, un investigador de la Universidad Monash de Melbourne que ha realizado estudios sobre la homofobia y el lenguaje homofóbico en el rugby, explicó que las similitudes entre las historias de Palmer y Thomas, con una década de diferencia, muestran que aún queda trabajo por hacer.
"Ha habido una mejora dramática en las actitudes del público hacia la gente gay en la sociedad en general. Los hombres gays son visibles y abiertos sobre su sexualidad en casi todos los entornos", dijo.
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"No hemos visto los mismos cambios en el deporte. El uso constante del lenguaje homofóbico crea una cultura en la que los homosexuales no se sienten bienvenidos", añadió.
Michael Smith, representante de Australia y Nueva Zelanda de International Gay Rugby, la organización que agrupa a los clubes de rugby gay e inclusivos del mundo, se hizo eco de sus comentarios.
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Elogió a Australia como líder mundial en el tratamiento de la homofobia, pero agregó: "A pesar de todo el progreso que hemos logrado en torno a los derechos de los homosexuales en la sociedad, los atletas homosexuales todavía sienten que necesitan ocultar su sexualidad".