Juan Pablo Montoya y un ambicioso proyecto para llevar a Colombia a la élite del automovilismo

Muchas veces, dejar un legado tiene más valor que cualquier otra gesta. Así lo entiende Juan Pablo Montoya, considerado como el mejor piloto de la historia en Colombia, y, por eso, quiere seguir haciendo patria. En esta ocasión, anda en busca del próximo 'as' al volante nacional y, en medio de esa tarea, se la jugó por cuatro jóvenes talentos del mundo motor.

Estamos hablando de Sebastián Montoya, piloto júnior de Red Bull, quien corre en la Fórmula 3; Maximiliano Restrepo, un piloto juvenil del equipo Drivex, en la Fórmula 4; Nicolás Baptiste, quien corrió en la Fórmula Regional Europea, en 2022, y, ahora, se alista para llegar a Fórmula 3; y Salim Hanna, piloto de kartismo con el equipo británico Ricky Flynn Motorsports.

Cada uno de ellos ha venido haciendo su camino, dando pasos de gigante, con el fin de acercarse cada vez más a ese tan anhelado sueño de llegar a Fórmula 1. No es nada fácil, pero tampoco imposible y de eso sí que sabe Juan Pablo Montoya, quien hizo parte de las escuderías Williams y McLaren, con las cuales ganó en total siete válidas de la máxima categoría.

Consciente de ello y que esa gloria que le entregó al país ha quedado suspendida en el tiempo a la espera del sucesor que tome la posta del piloto bogotano y supere sus grandes gestas, se dio a la tarea de buscar talentos naturales de nuestro país, para moldearlos y entregarle al mundo pilotos colombianos que compitan con los mejores en el plano internacional.

Así las cosas, en Caracol Sports nos dimos a la tarea de hablar mano a mano con Juan Pablo Montoya, con el fin de saber mucho más de este proyecto que promete y bastante. Allí, nos contó cómo empezó esta idea, por qué eligió a estos cuatro pilotos, los objetivos planteados y, fiel a su estilo, dejó una que otra frase para el recuerdo. Siempre hablando muy directo.

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¿Qué tienen de especial estos cuatro pilotos?
"Con Sebastián seguimos en el mismo proyecto y avanzando; con Salim llevo muchos años y tiene un talento tremendo, se le está trabajando mucho, apoyado en sus habilidades y veremos hasta dónde llega; y Nicolás y Maximiliano van por buen camino. Cada uno empuja por su lado y a la vez lo hacemos juntos, con la esperanza de llevar a Colombia a lo más alto".

¿Cuál es la semilla que espera sembrar en ellos?
"Más allá del tema del automovilismo, lo que busco es inyectar y dejar la educación, el trabajo, la madurez, el esfuerzo, en fin, todo lo que tienen que tener para llegar lejos. La idea es crear pilotos muy buenos, pero también que si alguno, por x o y razón, no llega, se queden con una manera de trabajar, de dedicarle tiempo a sus cosas, algo que no es tan fácil".

¿Qué tienen en común Sebastián, Nicolás, Maximiliano y Salim?
"A los cuatro, los conozco por diferentes cosas, razones o circunstancias. Ahora, creo que, en común, tienen que queiren y aspiran a ganar, hacer un excelente trabajo, ganas de hacer cada vez más y más, de crecer, en fin, y todo eso, al final, hace parte del programa que estamos llevando a cabo, de ser mejores en lo que hacemos y en esas estamos desde el día uno".

¿Cuál es el diferencial de este proyecto?
"Cada uno es diferente. De hecho, en la actualidad, están viviendo diferentes niveles en sus carreras, así que comparar en esta situación es complicado. Como dijeron en algún momento, Sebastián es prácticamente el primo mayor de todos ellos y el que tiene más experiencia, así que puede ayudarlos. Esto es visto como una gran familia que apunta al mismo lado".

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¿Por qué razón se la jugó con este ambicioso proyecto?
"Estoy montado en un carro desde que me acuerdo, tengo más de 30 años de experiencia en las pistas más importantes. Las carreras y el automovilismo son mi pasión y ahora es mi deber ayudar a formar a los nuevos talentos colombianos y juntos volver a llegar a las máximas categorías del automovilismo mundial, dejando el nombre de Colombia en alto".

¿Qué consejo es el que suele darles?
"Hay algo muy claro y que siempre les he dicho, y es que si ellos quieren ser niños o vistos como tal, entonces jamás van a poder ser pilotos. Lastimosamente, esa es la realidad y desde ya lo saben y deben tener claro. En este camino, se necesita mucha dedicación, trabajo, juicio, preparación, fortaleces la parte mental, entender las prioridades en torno al objetivo".

¿Cómo convertirlos en mejores pilotos?
"Deben saber que el ejercicio es importante, prepararse desde lo psicológico, trabajar en el simulador, en fin, todo lo que los rodea y ese entorno en el que viven tiene que guiarlos a ser mejores pilotos, es un complemento, y eso, la verdad, es lo que hacemos con cada uno, dándoles las mejores herramientas para que se vuelvan unos duros y puedan crecer".