La Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA impuso este miércoles una sanción de cuatro partidos al entrenador del Roma, el portugués José Mourinho, por su comportamiento en la final de la Liga Europa jugada en Budapest el pasado 31 de mayo ante el Sevilla, que se hizo con el título en los penaltis (1-1/4-1).
La UEFA abrió el pasado 2 de junio un procedimiento disciplinario tras el encuentro y lo ha cerrado con la sanción al técnico del club italiano por lenguaje insultante/abusivo contra un oficial de partido; más una multa de 50.000 euros por conducta impropia del equipo y otra en la misma cuantía por encendido de bengalas, lanzamiento de objetos e incidentes de público y daños en el estadio.
La sanción de cuatro partidos impuesta a Mourinho implica que estará excluido de participar en los próximos cuatro partidos oficiales de la Roma en competiciones de la UEFA. Esto significa que Mourinho no podrá estar en el banquillo, ni dirigir al equipo desde la zona técnica durante dichos encuentros.
El equipo romano no podrá vender entradas a sus aficionados para el próximo partido que juegue a domicilio en competición europea y tendrá que contactar también con la Federación de Fútbol de Hungría, para hacerse cargo de la reparación de los daños causados por sus seguidores en asientos, cristales, papeleras, contenedores y enchufes.
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Es importante destacar que estas sanciones se toman con el objetivo de mantener el juego limpio y el espíritu deportivo en el fútbol. Los entrenadores y todos los involucrados en el deporte tienen la responsabilidad de dar ejemplo y respetar las reglas establecidas.
El comportamiento de los entrenadores tiene un impacto significativo en los jugadores y en la imagen del fútbol en general. Por lo tanto, es fundamental que se mantenga un ambiente de respeto y fair play en todas las competiciones.
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