Jenni Hermoso, internacional española, aseguró en su declaración ante la Fiscalía por el Caso Rubiales que el beso que recibió del entonces presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, tras la final del Mundial femenino no fue consentido, que no se sintió respetada "ni como jugadora ni como persona" y que no se merece haber vivido algo así, ya que para ella desde entonces "es muy difícil" poder salir de casa.
El testimonio de la jugadora española en la Audiencia Nacional fue adelantado este lunes en el programa Código 10 de Telecinco. Hermoso aseguró aquel día que no tuvo tiempo para reaccionar porque no se esperaba una actitud como la de Rubiales. "Fueron segundos y en ningún momento me sentí cómoda".
"Mancharon mi imagen, yo me sentí como jugadora y trabajadora de la Federación que nadie me protegía, ellos me pedían que yo les ayudara, pero en ningún momento sentí que me estuvieran protegiendo a mí. No me merezco haber vivido todo esto, para mí es muy difícil no poder salir de casa. Haberme tenido que ir de Madrid para no tener esa presión que estaba teniendo de gente que solo quería hacerme daño", respondió la jugadora del Pachuca mexicano al ser interrogada por la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez.
La jugadora recordó lo ocurrido durante la ceremonia de entrega de medallas. Tras saludar a la reina Letizia y a su hija, el siguiente era Rubiales. "Yo le abrazo. Lo primero que le digo al abrazarle fue: 'La que hemos liado'. Él pega un brinco sobre mí y me mantengo firme como para sostenernos. A la que baja, lo único que recuerdo que me dijo es: 'Este Mundial lo hemos ganado gracias a tí'. Y lo siguiente ya fue sus manos en mi cabeza y ya ahí no escuché nada más y me vi con el beso en la boca".
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Al ser cuestionada sobre si tuvo capacidad de reacción, dijo que no porque no se lo esperaba. "¿Cómo me lo iba a esperar en ese escenario que era una entrega de medallas de una final de un Mundial? Habíamos sido campeonas. Mucha emoción, mucha alegría y todo, pero no busqué ese momento", añadió.
Tras el beso, bajó a la tarima con el resto de sus compañeras y comentó lo ocurrido con Alexia Putellas e Irene Paredes.
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"En ese momento estaba en el shock de esa celebración por haber sido campeonas. Fue un hecho histórico que nos costó mucho trabajo conseguirlo a todas. En ningún momento me podía esperar que pasara al final así. Yo abracé a la Reina, a la hija... era una persona de confianza. Nadie se esperaría que iba a usar ese momento para hacer algo así, por muy espontáneo que fuera", continuó explicando Hermoso.
A la pregunta de si en algún momento el beso fue consentido, respondió con un "no" tajante y cuestionada sobre si se sintió "violentada o violada", contestó afirmativamente. "Sí. Claramente me sentí no respetada. En ese momento no me respetó ni como jugadora ni como persona. Estaba viviendo algo que era histórico. Me estaban sometiendo a algo que yo en ningún momento busqué ni hice para encontrarme con esa situación", apuntó la internacional española.
El caso Rubiales continuará este martes, cuando se han fijado las comparecencias como investigados del exseleccionador femenino de fútbol, Jorge Vilda, y el director de Mercadotecnia de la Federación Española, Rubén Rivera, ante el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge, que investiga al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones a la futbolista Jenni Hermoso.