Inka Grings, técnica de Suiza: "Hay que darle crédito a España, ha sido más agresiva y lucharon más"

La seleccionadora de Suiza, Inka Grings, lamentó este sábado la derrota sufrida contra España por marcador de 1-5 y afirmó que "desafortunadamente" su conjunto no pudo mostrar la forma de juego que había planeado en el partido por los octavos de final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda."Queríamos haber sido más incisivas, pero desafortunadamente no hemos podido mostrar el rendimiento que idealmente nos hubiera gustado", dijo la entrenadora en una rueda de prensa posterior al partido, disputado en el Eden Park de Nueva Zelanda.Grings dijo que el equipo buscaba un juego más ofensivo, pero el intento fue frustrado por un organizado elenco español, al que consideró que ha sido superior en el terreno de juego."Hay que darle crédito a España, ellas se lo merecen. España ha sido más agresiva, lucharon más, fueron mejores en el combate uno a uno", señaló la entrenadora helvética.Pese a la derrota, la entrenadora de Suiza consideró que "en general" su equipo ha jugado "muy bien" en la fase de grupos, pero la falta de experiencia cobró factura, ya que muchas de las jugadoras disputan por primera vez un Mundial."España realmente aprovechó todas las oportunidades posibles y nosotras no fuimos capaces de entrar en el juego", evaluó.Grings evitó opinar si España es una de las selecciones favoritas a ganar este Mundial, pero aseguró que si las internacionales "juegan como hoy (sábado), tienen muchas opciones"."Si estás preparado, agresivo y confiado y traes todo eso al campo, todo es posible", matizó.La seleccionadora igualmente evitó comentar sobre Aitana Bonmatí, estrella de la noche y elegida la mejor jugadora del partido, y prefirió alabar las cualidades de las futbolistas "como un equipo".Sin embargo, sí indicó que la centrocampista española es una jugadora muy "interesante" y "muy prometedora para el futuro".Tras clasificarse como primera del grupo A y sin sufrir goles en la fase de grupos, Suiza cayó en los octavos de final tras ser goleada 1-5 por España en el estadio Eden Park de Auckland.