Inglaterra conquistó el bronce del Mundial de Rugby 2023 ante una valiente Argentina, gracias a un buen inicio de partido, al acierto con el pie de Owen Farrell y a un error de Nicolás Sánchez que erró un golpe de castigo que habría forzado la prórroga a falta de cinco minutos.
No logró esta generación de Pumas marcharse de París son el bronce al cuello, como lo hizo la de 2007, que pintó de ese color el techo del rugby albiceleste y en la tercera vez que disputaban la final de consolación se marcharon sin premio como en 2015 contra Sudáfrica.
Argentina volvió a chocar contra Inglaterra, la misma rival que les derrotó en su debut en este Mundial, un equipo al que no han sabido derrotar en ninguno de los seis duelos en la máxima competición del balón oval.
Será el primer bronce para la Rosa, que lo perseguía por segunda vez y lograrán así que Europa esté sentada en el podio final, cuyo primer escalón se disputarán este sábado Nueva Zelanda y Sudáfrica.
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Los ingleses suman así su quinta medalla, tras el oro de 2003 y las platas de 1991, 2007 y la conseguida en Japón hace cuatro años tras caer en la final contra los Srpingboks.
Esta vez, impulsada por un público afín, Argentina acarició el triunfo, lo tuvo más al alcance de la mano que en el duelo inaugural disputado en Marsella hace 50 días, pero se le escapó por un suspiro.
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Se repusieron bien Los Pumas a un inicio calamitoso, consiguieron llevar la duda al campo adverso y, por instantes, hacer soñar a su hinchada con el triunfo.
Fueron pocos, los cuatro que separaron el ensayo conseguido por Carreras que permitía a Argentina ponerse por delante en el marcador, con el error del cordobés del Gloucester que devolvió a la Rosa la ventaja.
Luego, Nicolás Sánchez dispuso de un golpe de castigo de 36 metros, muy escorado, a falta de cinco minutos para el final y para empatar el encuentro, pero su disparo quedó ligeramente desviado.
El duelo permite pensar que hay Pumas para el futuro, que su gen competitivo puede hacerles abordar con confianza las próximas citas, pero también que hay terreno de mejora.
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Salida en tromba inglesa
La salida en tromba de la Rosa atemorizó a los Pumas, aculados en su terreno frente a la ofensiva inglesa que encontró varias fallas en la defensa argentina, empeñada en achicar agua.
Una buena acción de Tom Curry nada más comenzar el duelo permitió a Owen Farrell sacar a pasear su puntería en el Estadio de Francia y abrió el marcador en el minuto 3.
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Una pequeña ventaja en el marcador y un golpe moral en Argentina, que se veía superada por el empuje inglés que se concretó cinco minutos más tarde con un ensayo logrado por Ben Earl, tras un buen cambio de dirección de Farrell, apoyado en Marcus Smith.
Tras la transformación de Farrell, en menos de 10 minutos los Pumas ya perdían 0-10 y, sobre todo, apenas daban sensación de inquietar al rival.
Tuvieron que pasar otros 3 y un nuevo golpe de castigo de Farrell desde 34 metros para que Los Pumas salieran de su letargo y comenzaran a castigar al rival.
Superado el cuarto de hora, obligaron a recular a los ingleses y les llevaron hasta su zona de 5 metros, pero una patada de Carreras para Boffeli se escapó por poco. El árbitro les concedió una falta previa que resolvieron en una melé en la que los Ingleses lograron salir airosos.
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El propio Boffeli abrió el marcador argentino al transformar un golpe de castigo en el 24 y tras superar una nueva fase de dominio de la Rosa, en la que Farrell puso tres puntos más en el marcador inglés (16-3), los Pumas consiguieron, al fin, desarbolar a Inglaterra en el 37.
Fue una buena jugada colectiva, con dos quiebres, uno de González y otro de Cinti, que permitieron a Tomás Cubelli aplanar el oval. Boffelli transformó para reducir diferencias (10-16) y, sobre todo, dejar una mejor imagen de cara al segundo tiempo.
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Carreras, héroe y villano
Una sensación que se confirmó a la salida de las duchas con unos Pumas más ofensivos que a los dos minutos lograron su segundo ensayo en una buen apertura de Carreras que eliminó a tres rivales para anotar en solitario.
Tras la nueva transformación de Boffelli, Argentina se colocaba por delante por vez primera (17-16), pero la alegría fue corta, porque en la siguiente jugada, el propio Carreras vio como su intento de sacar el balón era contrarrestado por un oportuno Theo Dan, que se quedó a placer para recuperar la ventaja.
Transformó Farrell (17-23), pero Los Pumas no se dejaron amilanar y desde los 45 metros Boffelli redujo a tres la distancia (20-23).
El choque entró en una fase de equilibrio, nervios y continuos cambios. Michael Cheika dio entrada a Matias Moroni y Rodrigo Bruni, mientras Inglaterra afianzaba su juego de choque con Bevan Rodd, Dan Cole y Lewis Ludlam.
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A la transformación de Farrell en el 65 respondió Nicolás Sánchez tres más tarde (23-26) y Argentina se lanzó con fe en busca de la remontada.
La rozaron con las llevas de los dedos, la hicieron posible en medio de un Estadio de Francia que coreaba sus acciones, pero Sánchez se quedó a un paso de conseguir el empate. La nave inglesa resistió y se llevó por delante las esperanzas argentinas.
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