El capitán de la selección francesa de fútbol, Hugo Lloris, explicó este miércoles que no se arrodillaron para protestar contra la discriminación racial en su primer partido de la Eurocopa porque se trata de una acción que deben seguir todas las selecciones.
Los "bleus" finalmente no se arrodillaron, tal como había anunciado Lloris el lunes en rueda de prensa, porque, entienden, el gesto debe estar apoyado por la UEFA, detalló el portero a medios franceses tras el encuentro en Múnich.
"Es el caso de la Premier League, donde el movimiento ha sido unido y solidario. Pero en esta competición no es el caso", añadió el guardameta del Tottenham, que matizó que la selección francesa apoya la causa y que no quiere racismo en el deporte y en la sociedad.
Publicidad
En el partido disputado el martes, que finalizó con 1-0 para los franceses, los "bleus" no hicieron el gesto que prometieron después de que la extrema derecha del país pusiera el grito en el cielo ante el posicionamiento público de la selección contra el racismo.
Thierry Mariani, candidato del partido de Marine Le Pen para las elecciones de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, en el sureste de Francia, se manifestó en contra de este homenaje en su cuenta de Twitter.
Publicidad
"Basta de gestos de arrepentimiento que consisten en seguir una moda lanzada en Estados Unidos para un asesinato del que Francia y los franceses no tienen responsabilidad", dijo Mariani.
No obstante, los "bleus" ya se habían arrodillado a principios de junio en el partido amistoso que los enfrentó contra Gales en el estadio Allianz Riviera de Niza, y que terminó con 3-0 para los de Deschamps.
En ese partido, los franceses imitaron la postura que se convirtió en símbolo contra el racismo durante las protestas de "Black Lives Matter" en Estados Unidos a raíz del asesinato de George Floyd en mayo de 2020.
Publicidad
Esta no es la primera polémica que suscita la selección francesa durante la Eurocopa.
Publicidad
Anteriormente, la canción "Escribe mi nombre en azul, grita mi nombre en azul" con la que la Federación Francesa de Fútbol anunció a los futbolistas convocados para su periplo europeo fue también objeto de críticas para la extrema derecha del país.