Con 87.192 espectadores presentes en Wembley, la final Inglaterra-Alemania batió este domingo el récord de afluencia en un partido de la Eurocopa de fútbol, sea masculina o femenina.
El precedente récord databa de la final de la edición masculina de 1964 en España, donde el país anfitrión había derrotado a la URSS (2-1) ante 79.115 espectadores.
El partido inaugural, que enfrentó a Inglaterra y Austria, ya había significado el récord para un partido de la Eurocopa femenina con 68.871 espectadores, mientras que el récord para un partido de las 'Leonas' había sido establecido en 2019, con 77.768 espectadores, también en Wembley y contra Alemania, en un partido amistoso.
El récord absoluto para un partido de fútbol femenino fue batido en dos ocasiones la pasada primavera (boreal) por el Barcelona, en el Camp Nou, único estadio de Europa con mayor aforo que Wembley. El 23 de abril, 91.648 espectadores acudieron a presenciar la semifinal de la Liga de Campeones femenina entre el Barça y el Wolfsburgo alemán.
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Para la final de la Eurocopa, las entradas tenían un precio de venta entre 15 y 99 euros (15,3 y 101 dólares).