El emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, dijo hoy en una entrevista al periódico francés Le Point, que Doha ha reaccionado ante las críticas sobre los derechos de los trabajadores del Mundial, pero denunció que "hay gente que no acepta que un país árabe y musulmán como Qatar acoja laCopa del Mundo ".
El emir hizo referencia al aluvión de críticas de organizaciones de derechos humanos, que llevan denunciando en los últimos años varios tipos de abusos contra los trabajadores migrantes en los estadios del Mundial.
ONG como Amnistía Internacional o Human Rights Watch han denunciado malos tratos por parte de los empleadores, impagos de salario o duras condiciones laborales que han provocado incluso la muerte de varios empleados.
"La mayoría del tiempo lo vemos (las críticas) como un consejo, o una alerta, y nos lo tomamos en serio", dijo Al Thani a Le Point, y recordó que Qatar ha implementado medidas "en tiempo récord" para poner fin a los problemas en los lugares de construcción.
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Asimismo, recordó que se llevó a cabo "una reforma laboral para castigar a todo aquél que maltrate a un empleado" y que han "abierto las puertas" a ONG internacionales con las que cooperan, entre otros aspectos.
"Pero luego hay otra categoría de criticas, aquellas que siguen sin importar lo que hagamos. Estas son las personas que no aceptan que un país árabe y musulmán como Catar esté acogiendo la Copa del Mundo. Y van a encontrar cualquier excusa para denigrarnos", dijo el monarca.
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El emir se mostró satisfecho de que Qatar sea "el primer país árabe que organiza un evento global de este tipo" e indicó que "es muy importante para la juventud", en especial la de Oriente Medio, una región turbulenta y azotada durante décadas por conflictos y crisis.
En este sentido, dijo que el Mundial representa también una oportunidad para que los hinchas que acudan "aprendan sobre las diferencias entre culturas, que descubran la cultura de Catar y esperamos que quieran volver".
Al Thani reivindicó que "todos los países deberían tener la oportunidad de acoger eventos deportivos" y reconoció que las altas temperaturas en el golfo Pérsico, que han obligado a celebrar el Mundial en noviembre, "pueden representar un obstáculo".
Por eso, dijo que se ha empleado "la última tecnología" no solo para que el evento sea un éxito, sino también para que sea "más sostenible" minimizando el consumo de la energía.