Por falta de garantías se tuvo que finalizar el partido entreUnión Magdalena y Bucaramanga, del martes pasado y válido por la séptima fecha de la Liga I 2022 del fútbol colombiano. En los minutos finales, un numeroso grupos de seguidores del equipo de Santa Marte irrumpió en el terreno de juego del Sierra Nevada, se dieron golpes y patadas a los jugadores dirigidos por Carlos Silva. Estos se defendieron y ahí terminó el juego, se dejó de hablar del balón y se pasó a otra mancha por la violencia en el balompié de nuestro país.
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Ya este miércoles, se conocieron voces de repudio por lo sucedido de parte de autoridades de la capital del Magdalena y también del club 'bananero', que volvió a la primera división para este 2022.
Sarita Vives, directora de la secretaria de seguridad de la ciudad, le dijo a 'Noticias Caracol' que "estos son hechos de intolerancia que no se pueden seguir presentando. Hacemos un llamado a las autoridades, a nuestra Policía Nacional a que hagan una investigación minuciosa e individualizar a las personas que fueron agresoras de los jugadores del Unión Magdalena".
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Mientras tanto, Fernando Ardila, gerente del equipo samario, apuntó que "de nuestro lado estamos a la espera de que la Comisión (de la Dimayor) haga la respectiva investigación. En la institución estamos dispuestos a colaborar en lo que necesiten".
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Varios ciudadanos de la capital del Magdalena se manifestaron en contra de los seguidores violentos y que empañaron el espectáculo futbolero, que dejó como ganador a Bucaramanga por la mínima diferencia.
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