Después de un triunfo 2-4 en la definición por penaltis sobre Deportes Quindío en la cancha del estadio Centenario, de Armenia; Boyacá Chicó ganó el torneo I 2022 de la Primera B del fútbol colombiano y dio un paso pensando en el ascenso al profesionalismo de nuestro país con la mira en el año 2023. Y en el equipo 'ajedrezado' se destacó el arquero Rogeiro Caicedo, quien tapó dos lanzamientos desde el punto blanco: a Harold Balanta y a César Hinestroza. El juego en los 90 minutos terminó empatado 2-2.
Este martes, el guardameta Caicedo habló con 'Blog Deportivo', de 'Blu Radio', sobre un particular hecho suyo en la cancha del escenario deportivo, cuando tras finalizar el partido se arrodilló y atravesó de arco a arco en esa postura en señal de agradecimiento.
"Esto se dio por una promesa que hice, porque fueron momentos un poco complicados los que tuvimos que pasar. Dios me ha dado la fortaleza para salir adelante, le pedí a Dios quedar campeón y que si así pasaba, me iba arrodillado dándole las gracias a él", contó el vallecaucano en primera instancia.
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En la charla con el espacio radial, el vallecaucano también agregó que solamente uno de los integrantes del cuerpo técnico le hizo el acompañamiento en el Centenario. "Esto lo hice solo, hubo un momento en el que Darío 'Chusco' Sierra me hizo compañía, pero él nunca estuvo arrodillado. Estuvo caminando ahí al lado mío".
Caicedo, de 28 años, comentó que "estamos contentos por este momento, disfrutando de lo que pasó; porque en realidad vamos a celebrar cuando podamos ascender. Este semestre muchos nos daban por eliminados, tuvimos altas y bajas; pero siempre estuvimos ahí firmes, el cuerpo técnico nos apoyó, a nuestras familias también. Gracias a Dios se dieron las cosas, este es el comienzo".
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Rogeiro Caicedo indicó que de ganar el acenso en el final del presente año, una nueva promesa suya sería para llevar "mercados a personas que no tienen muchos recursos o un regalo a un niño que lo necesite".