Los 11 jugadores titulares del Atlético Bucaramanga fueron sancionados con un castigo económico de $1.300.000, equivalentes a un salario mínimo mensual legal, por “por incurrir en conducta incorrecta”.
En total, la suma de todas las multas da 14,3 millones de pesos, monto que deberá ser desembolsado por el acto en cuestión, consistente en la cinta blanca en la boca y en el escudo de la camiseta con la que los integrantes del equipo ‘canario’ saltaron a la cancha para el duelo de la fecha 18 de la Liga Betplay y con la que permanecieron en los actos protocolarios.
Los afectados son: Aldair Alejandro Quintana Rojas, Kevin Andrés Cuesta Rodríguez, Santiago Jiménez Mejía, Fredy Hinestroza Arias, Andrés Fabián Ponce Núñez, Aldair Yesid Gutiérrez Toncel, Edwin Fabry Castro Barrios, Cristian Eduardo Zapata Valencia, Esneyder Mena Perea, Leonardo José Flores Soto y Frank Ándersson Castañeda Vélez.
"Al momento de salir al campo de juego todo el equipo del Atlético Bucaramanga (jugadores y cuerpo técnico) salieron con la boca tapada con esparadrapo igualmente el escudo del equipo estaba tapado con esparadrapo. Una vez terminaron los actos protocolarios destaparon el escudo igualmente sus bocas. Y luego se dio inicio al partido", describió al respecto el comisario de campo.
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Resta saber si el dinero será pagado por cada deportista o si el club asumirá el costo debido a que se trató de un comportamiento colectivo, planeado con antelación y llevado a cabo por todo el onceno titular.
¿Por qué se taparon la boca los jugadores del Atlético Bucaramanga?
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Fue una protesta con la que el plantel quiso respaldar a su director técnico, el venezolano Rafael Dudamel, que venía de recibir una sanción de mes y medio por parte del mismo tribunal y multa de 25 salarios mínimos debido a sus declaraciones después del 1-1 como visitante frente al Boyacá Chicó.
Luego de ese encuentro, que dejó al elenco santandereano sin posibilidades de avanzar a los cuadrangulares semifinales, el estratega ‘leopardo’ criticó fuertemente el arbitraje al considerar que a su escuadra le pitaron un dudoso penalti en contra y que no le convalidaron un gol legítimo.
En consecuencia, sus dirigidos se pusieron de su parte y con el simbolismo de la boca y el escudo cubiertos quisieron dar a entender que a los ‘búcaros’ se les estaba tratando de manera injusta por parte de las autoridades del campeonato.
Ahora, el Bucaramanga podrá recurrir al recurso de reposición ante el Comité Disciplinario para buscar una rebaja en las multas impuestas a sus 11 futbolistas.