Ya se conocieron las primera consecuencias después de los hechos de violencia que se presentaron el martes en el entretiempo del partido entre Santa Fe y Nacional, en la cancha y en las gradas del estadio El Campín, y que dejaron personas heridos y momentos de tensión y nervios en el escenario, justo en el día en el que se dio el regreso de la gente a las tribunas, ante 16 meses de restricciones por la pandemia del coronavirus.
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De esa forma, Claudia López, alcaldesa de Bogotá, hizo algunos anuncios después de haber sostenido una reunión con representantes de Dimayor, autoridades locales y de policía.
"Los hinchas de Nacional no podrán entrar a Techo, ni a El Campín, durante un año. Bogotá se respeta, abrimos las puertas con amor y con afecto para que disfruten de nuestra ciudad, pero no aceptamos esos actos violentos", explicó López.
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Pero eso no fue todo, ya que la primer mandataria de la capital colombiana complementó y aseguró que "hemos decidido que en lo que resta del torneo y del año no permitiremos el ingreso de hinchas visitantes al estadio El Campín, ni tampoco a Techo. Los clubes deben trabajar mucho en las medidas que les pedimos, eso les va a tomar un tiempo y para eso nos vamos a tomar lo que queda del año".
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Lo sucedido en el principal escenario deportivo de Bogotá ha despertado repudio e indignación de parte de la ciudadanía, por la magnitud de los desmanes y la agresividad de los seguidores, especialmente del visitante. A eso, hay que agregarle que un importante número de fanáticos santafereños se lanzaron a la cancha.