La gran novedad para este semestre en el fútbol de la ‘Primera B’ será la llegada del Real Soacha F.C., que reemplazará al Valledupar y regresará el fútbol profesional a este municipio vecino de Bogotá, después de varios años. Sin embargo, en lo futbolístico, este equipo cuenta con el proceso que se formó en tierras valduparenses y que es dirigido por el entrenador Julián Barragán.
Este joven técnico, formado y criado en las toldas del Deportivo Cali, está viviendo sus primeras experiencias en los banquillos y hace parte de la legión de nuevos entrenadores estudiosos, que esperan formar una nueva generación de adiestradores. Para esta semana, Barragán es el invitado en ‘Historias de la B’ y nos contó cómo fueron sus inicios y lo que espera en el futuro.
¿Cómo ha sido su trayectoria?
"Fui jugador desde el año 1999 hasta el 2013. Después de ahí empiezo toda la parte de procesos formativos en el Deportivo Cali, donde estuve la mayor parte de mi tiempo. Después de hacer las licencias de entrenador en Argentina y las licencias aquí en Colombia, la primera oportunidad la tuve en el 2016-2017, cuando fui asistente técnico con Mario Yepes. Después de haber estado en el Deportivo Cali, en 2020 estuve en propiedad con el Bogotá Fútbol Club. Ahora, en mi segunda experiencia estoy con el Real Soacha, Cundinamarca".
¿Cómo fue su paso como futbolista?
“Yo debuté en el Deportivo Cali en el año 99, el profesor ‘Cheché’ Hernández era el técnico. En el 2004 pasé al Once Caldas en el segundo semestre, después de que el equipo que ganó la Copa Libertadores. Vuelvo en el 2005 y en el 2006 voy al Pasto, donde quedamos campeones con el profe Óscar Héctor Quintabani. Y después de allí tuve algunos pasos por Perú, en El Salvador que no duré mucho tiempo. Después también volví y terminé mi carrera en Unión Magdalena”.
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¿De dónde nace esa pasión por dirigir?
“Tuve muchos técnicos que fueron como padres para mí, el profe 'Cheché' Hernández fue uno. Cuando estaba haciendo divisiones menores tuve grandes formadores en el Deportivo Cali, como el profesor Ricardo Martínez, Carlos Arango, ellos dejaron una huella importante para poder crecer como persona y en lo deportivo. Después está el ‘Pecoso’ Castro, que le transmite a uno la pasión que siempre le ponía a los entrenamientos y los partidos. Otros maestros que tuve fueron Luis Fernando Suárez, ‘Sachi’ Escobar, Óscar Quintabani.
¿Cómo es la relación con Mario Yepes, que le dio esa oportunidad de ser asistente técnico?
“Lo conocí cuando estaba en las divisiones menores del Cali, él había llegado de Tuluá. Pudimos compartir, antes de que él se fuera para River y después para Europa. Cuando vuelve al Cali, él empieza a buscar a alguien del club que le diera una mano y lo acompañara. Yo había jugado con Freddy Hurtado, que era muy amigo de Mario y me recomendó. Se dio la oportunidad de entrar al cuerpo técnico y fue un aprendizaje muy grande, Mario es una gran persona y ahí aprendí bastante”.
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¿Qué puede contar del fútbol vallecaucano, que es semillero de entrenadores?
“En la época moderna hay un referente que es el profe Reinaldo Rueda. Para nosotros los entrenadores jóvenes y que tuvimos la posibilidad de conocerlo y estar con él en el Deportivo Cali también cuando él estuvo en el 98 es un maestro. Pero esta es una tierra que ha dejado grandes talentos, salen futbolistas por montones y eso ha llevado a que el Valle sea uno de los pilares en el fútbol colombiano”.
¿Cuál fue la clave para que usted pudiera meter al Valledupar de nuevo en los ocho?
“Nos encontramos con un grupo bastante joven. Llegaron bastantes jugadores: 14, 15 nuevos. Habían quedado 10 del año pasado solamente. Había muchos jugadores con procesos formativos incompletos, entonces, los primeros meses o las primeras fechas no fueron los resultados esperados. Después, con el trabajo, con el proceso, con la estructura que manejamos como cuerpo técnico se fue construyendo un equipo sólido, aguerrido. Con altibajos, como todo. Pero se consiguió estar en los cuadrangulares finales después de tanto tiempo y eso fue un gran logro”.
¿Y cómo fue el traslado a Soacha?
“Sabemos que el técnico y el jugador tienen que tener la maleta lista para donde le toque irse. Esta decisión se tomó de un momento a otro. Podría decir que estoy agradecido, primero, por lo que estuvimos en Valledupar, la gente siempre nos apoyó y nos acompañó en los momentos importantes. Ahora en Soacha, el recibimiento fue muy positivo. En el primer partido que jugamos como locales, hubo 7.000 personas, después de 15 años sin un equipo en este municipio. La vara está alta y esperamos superar lo que hicimos en el primer semestre”.
¿Cuál es su estilo como entrenador?
"Nos gusta el buen juego, hacer un inicio de juego con el balón. Transiciones, defensas, ataques rápidos. Este es un equipo que por su juventud es bastante competitivo, aguerrido, intenso en la marca. Eso es del gusto de nosotros como cuerpo técnico”.
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¿Cuáles son sus sueños como director técnico?
“Primero, quiero hacer un muy buen proceso acá. Y acá de hacer buenos procesos, seguramente se van a presentar posibilidades más adelante. Pero ahora, hay que seguir creciendo, seguir sumando partidos para tener esas vivencias del torneo. Los tiempos de Dios son perfectos. Claro que sueño con estar en la Copa Libertadores, en el Mundial de Clubes. Lo que uno siempre quiere es ganar títulos, pero lo más importante es en estos procesos dejar una buena semilla en estos muchachos y que ellos crezcan profesionalmente”.
¿Cómo ve la situación de su Deportivo Cali?
“Es un momento bastante complicado ahora que está pasando el club en los temas financieros. Estuve hasta no hace mucho ahí. Bueno, uno espera que esto pueda mejorar pronto y que el equipo pueda volver a retomar ese camino y que pueda solventar todas esas dificultades que se tienen ahora. Yo estuve ahí tanto tiempo, nací ahí, me formé ahí y no es bonito ver esto”.
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¿Daría una mano si se lo piden desde el club?
“Sí, claro. Siempre estaremos disponibles a la institución donde uno estuvo mucho tiempo”.