Fue un volante de rica técnica, de buena dinámica, y con visión de juego. Nació en Bogotá y surgió para el fútbol profesional en la ya desaparecida Academia Compensar, de la Primera B. También hizo todo el proceso en Selección Colombia, pasando por la Sub-15, la Sub-17 y Sub-20. En sus inicios fue a Argentina para defender los colores de Banfield, en donde lo recomendóJames Rodríguez, uno de sus más entrañables y cercanos amigos. También pasó porSanta Fe, Cúcuta, Medellín, Once Caldas y Pasto. Sin embargo, se tuvo que retirar pronto, con solamente 28 años, a causa de las repetitivas lesiones. Es Julián Guillermo Rojas, quien pasó la página del balompié, pero que siguió ligado a la actividad física desde otro campo.
Y es que tras el adiós forzado de las canchas, junto a Jairo Suárez, de recordado paso por Santa Fe; montó y puso a funcionar un completo centro de nombre Smatch de acondicionamiento deportivo y en el que se realizan novedosos programas de entrenamiento. Además de esto, la IPS Cenforce, que atiende rehabilitaciones físicas.
"Yo me retiré joven. Tengo artrosis en las dos rodillas, grado 5. En los últimos equipos que estuve fueron Pereira, Jaguares y Alianza Petrolera; pero no pasé algunos exámenes. Y pues ahí seguí con mis estudios, seguí haciendo lo de preparación física y fisioterapia", le contó el exfutbolista 'rolo' a Gol Caracol al darle un vistazo a su prematura 'colgada de guayos'.
Fue ese drama que vivió en carne propia y en diferentes clubes por los que pasó el que lo motivó a querer ayudar a sus colegas, brindarles esa confianza para superar obstáculos motivados por las dolencias que deja un deporte de contacto, cada días más competitivo, exigente y estresante.
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Así Guillermo, quien se preparó en Estados Unidos adelantando cursos de actualización en rehabilitación, contó que "el otro día hablamos con un paciente que tiene mucho dolor y toma muchos analgésicos. Y yo le compartí mi historia. Después de que tuve la operación, para poder entrenar mínimamente, tenía que tomarme un antiinflamatorio y una pastilla para el dolor antes y después, y aún así me dolía. Duré así 2 años antes de retirarme. Es muy difícil vivir con el dolor, es muy difícil vivir con la limitación, es demasiado frustrante".
De esa forma, por su centro han pasado futbolistas de reconocimiento como Juan Fernando Quintero, James Rodríguez, Sebastián Gómez, José Fernando Cuadrado, David Macalister Silva y en la actualidad también les han llegado deportistas provenientes de clubes profesionales como Millonarios y La Equidad.
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"¿Qué hacemos nosotros? por la facilidad de entender que estuvimos del otro lado y vivimos lo que fue tener una lesión, lo que fue tener un dolor; sabemos cómo es el tema. Así creo que se hace un poco de empatía, entre los jugadores y nosotros", precisó 'Juli', como lo conocen sus más cercanos.
Pero no solamente las puertas están abiertas para los profesionales del deporte, sino que también llegan jóvenes y adolescentes que sueñan con figurar en la primera división, los jugadores de fin de semana y otro tipos de pacientes con lesiones no asociadas a la actividad del músculo.
"Acá puede llegar o venir cualquier persona. Entrenamos a humanos, los potenciamos, dependiendo de la disciplina que hagan: atletismo, fútbol, tenis, pádel, natación, lo que haga. Lo que hacemos es potenciar al humano para que su deporte lo desempeñe de una mejor manera", remató Julián Guillermo, quien además confirmó que diseñan y montan gimnasios como el de la sede de a Federación Colombiana de Fútbol, en Barranquilla, o el que tiene James Rodríguez en su inmensa casa en las afueras de Medellín.
Exjugador de Selección Colombia relata el drama por el dolor de sus rodillas
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Hablando de fútbol con Julián Guillermo
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¿Cómo fue ese retiro del fútbol profesional?
"Yo creo que es un proceso muy difícil porque nadie nos prepara, nunca hubo una programación psicológica. Yo duré 19 años jugando fútbol, pero nadie te dice que esto se acaba, que se cortan los sueños y renunciar a todo lo que has querido es complejo".
¿Ve partidos de fútbol?
"Sí. Pero te cuento que al principio no, duré dos años sin ver ni un partido. Bueno ya no me afecta, me gusta ver las finales, no los partidos de trámite, sigo los partidos clásicos, sigo mucho al Medellín, porque fue de los equipos que más me movió emocionalmente".
¿Y lo juega, va a torneos aficionados?
"Juego para el equipo de papás del colegio de mi hija todos los domingos. Voy, corro un rato. Jugué unas copas en Bogotá de fútbol aficionado, pero es muy fuerte. Ahí podía uno lesionarse. Prefiero jugar para divertirme y no arriesgarme".
¿Cómo ve a la Selección Colombia?
"Le tengo demasiada fe. El cuerpo técnico es muy profesional. Hemos tenido la posibilidad de compartir capacitaciones. Lo que más sorprende es la capacidad que tiene el cuerpo técnico para seguir enriqueciéndose de conocimiento. Muchas veces, cuando llegas a altos niveles, crees que hasta ahí es necesario y no necesitas aprender más. Y ahí ver la humildad de ellos de seguir estudiando, es totalmente admirable".
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