"Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para aprender, entrar en el mundo del saber, aplicar el conocimiento en tu vida y marcar una diferencia frente a los demás". James Aguirre sí que lo entendió y, tras años de esfuerzos, sacrificios y entrega, ha cosechado frutos y de gran tamaño, uno de ellos lo firmó en la más reciente jornada de la Liga II-2023.
Previo al partido de Atlético Bucaramanga contra Atlético Huila, en el estadio Alfonso López, recibió un importante reconocimiento. Los directivos y compañeros del club 'leopardo' le entregaron la camiseta con el número 206. ¿Qué significaba? La cantidad de partidos que acumula con el equipo, convirtiéndose en el arquero con más apariciones en la historia de esta institución. Una locura.
No es un dato menor y, de paso, confirma por qué es uno de los jugadores más queridos por la gente, a lo largo y ancho de la ciudad. Lograr esto no es nada sencillo. Son años de muchas cosas, vivencias, puntos altos y bajos, experiencias, en fin. Pero el guardameta, de 31 años, tiene la clave para ello y así se lo compartió a Gol Caracol, en la sección de las 'Figuras del fútbol colombiano'.
Una historia que, sin lugar a dudas, hará reflexionar y que deja un mensaje claro, invitando no solo a los deportistas, quienes son los más involucrados en este tema, sino a la sociedad en general a tomar conciencia de muchos aspectos y que, de seguro, servirá para dejar una semilla, esa misma que James Aguirre ha estado depositando desde los 17 años que debutó hasta la actualidad.
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¿Qué significa convertirse en el arquero con más apariciones en la historia del Atlético Bucaramanga?
"Es algo muy bueno, son 206 partidos tapados con Atlético Bucaramanga y, en realidad, atajando, porque planillados han sido más, pero ha sido importante para mí, mi carrera, mi familia, lo que quiero dejar en el club, ser un ejemplo para los niños que luchan día a día por sus sueños y ahorita solo quiero seguir entrenando, esforzándonos y sacar al equipo adelante de cara a lo que viene".
¿Cuál ha sido la clave para mantenerse, mostrar regularidad y alcanzar esa importante cifra?
"Siempre esperando la oportunidad, entrenándome al 100%, siendo conscientes de que el puesto de arquero es difícil y en el que se debe tener mucha perseverancia, hay que estar tranquilos para que en el momento que llegue la oportunidad, estés bien preparado y aferrado a mi Dios, mi familia y sabiendo que si me abrían las puertas, iba a estar ahí para romperla y siempre dar lo mejor".
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¿Cómo vivió el hecho de haber logrado dicho registro y qué se le vino a la cabeza?
"Es frutor del esfuerzo y un sueño cumplido. Cuando empecé a jugar, quizá no pensaba que iba a batir un récord, pero sí tenía en mente que si trabajaba fuerte, día a día, independientemente de las adversidades, iba a llegar lejos. Empezaron a pasar los partidos y me di cuenta de que iba por buen camino. Ahí, me enfoqué en hacer cosas más importantes para lograr estar donde estoy".
¿Cuáles fueron esos cambios que aplicó y que le han permitido hacer cosas grandes?
"Entendí que debía esforzarme más, aferrarme a mi Dios, ser autocrítico, darme cuenta y diferenciar entre lo que es bueno y qué es lo malo, trabajar mucho más diariamente, entregarme mucho, al máximo, y arranqué un camino en el que en la actualidad estoy recogiendo los frutos y espero que sean muchos más porque las metas que tengo junto a mi familia son demasiado grandes".
A propósito de la familia, ¿Qué papel ha jugado en este camino deportivo y personal?
"El rol ha sido fundamental. El apoyo que me han dado es increíble, siempre me han recalcado que lo más importante es formarse como persona antes que lo demás, entonces basado en eso, me dijeron que si estudiaba y era profesional, en otra carrera, me respaldarían al 100% en el fútbol y lo empecé a hacer, intercalando estudio con fútbol, sabiendo que era difícil, pero jamás imposible".
¿Cómo fue encontrar ese punto de equilibrio, para cumplir en ambos frentes?
"Nada sencillo. Estudiar una carrera como derecho, de manera presencial, fue duro. Pero eso me llevó a darlo todo, enfocarme y valorar las cosas y por ende siempre recibí ese apoyo y respaldo de mi familia. Uno se da cuenta de que somos capaces de todo, dando ejemplo a los niños de que se puede. Por medio del estudio aprendí muchas cosas que de pronto el fútbol no nos lo muestra".
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¿Cuál fue la mayor enseñanza que le dejó esta mezcla de frentes?
"Fue importante porque es un complemento perfecto, entonces mientras empecé a hacer eso, me di cuenta de que iba por el buen camino y mi familia me apoyó porque se dio cuenta del esfuerzo que hacía; la gente se empezó a dar cuenta de lo que estaba mostrando James Aguirre en cancha, esperando la oportunidad y, en la actualidad, soy abogado profesional y también soy fubolista".
¿Por qué decidió estudiar derecho? ¿Alguna razón en particular?
"(Risas) Va mucho con la personalidad que debe tener un arquero, me gusta ser quien ponga el orden en cancha, la persona líder y el derecho tiene esas cosas: el orden que se pone con las leyes, a través de lo que es correcto, de una sana convivencia. Ser buen líder es lo que siempre intento transmitir, entonces empecé a estudiar derecho, me encantó y ese complemento ha sido perfecto".
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Bucaramanga es como su casa, en todo el sentido de la palabra, ¿Qué tiene de especial?
"Mucha gente me dice que por qué no me voy del Bucaramanga, y es porque desde pequeño me tracé metas y las debo cumplir. Siempre fue un anhelo ser profesional también en otro ámbito que no solo fuera el fútbol y lo logré; jugar en el club y lo logré; ser el arquero con la mayor cantidad de partidos en la historia y lo logré; poder jugar muchas veces con estadio lleno y lo he vivido".
¿Cómo surgió ese amor y esa pasión por el club 'leopardo'?
"Mi papá, mi mamá y mi familia me volvieron hincha del Bucaramanga. Ya solo falta la estrella y vamos por buen camino. Esta ciudad me ha acogido, saben lo que he luchado y me he esforzado, lo valoran. Llevo desde los ocho años en las divisiones menores, buscando ser arquero del equipo principal y me di cuenta de que independientemente de muchas cosas esta es mi casa y así lo veo".
A lo largo de todos esos años, ¿Cuál vivencia tiene presente o que lo marcó?
"Hubo un momento difícil y es que cuando llego al Bucaramanga, el equipo desciende en 2008 y yo arribo en 2009. Así que, del 2008 hacia atrás, me acostumbré a siempre ver al club dando pelea, yendo al estadio, celebrando, en fin. Cuando me dan la oportunidad, se pierde la categoría, entonces me propuse ascenderlo, luchar por el equipo, al ver una afición tan grande, en fin. A luchar".
¿De qué manera sacó adelante esa situación, ya que eran sus inicios?
"Tuve compañeros de arco que los veía de pequeño y decía que esto era un sueño cumplido. Me di cuenta de que iba bien, tenía que esforzarme y empezaron a llegar cosas buenas, partidos en los que pude ser figura, donde se sacó el equipo adelante, debutar a los 16-17 años, en fin. Todo eran señales importantes de que se estaba haciendo todo de la mejor manera y era tan solo el inicio".
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¿Qué recuerdos tiene, justamente, de ese momento exacto de su debut?
"Varios. Comentaban y decían que cómo era posible que un muchacho de esa edad fuera a cuidar los tres palos de un equipo tan histórico y grande. En la noche anterior al debut, me aferré a Dios, la familia, salí a jugar, me tocó contra Valledupar y ganamos 2-1. Cuando se acabó el juego, solo pensaba que ya había pasado lo más difícil y ahora solo restaba seguir, aprender y crecer más".
¿Algún consejo puntual que suela tener presente?
"Me marcó mucho el hecho de cuando Óscar Córdoba fue presidente del club y me decía: 'James hay que creerse el cuento y trabajar como tal, ser un profesional en todo sentido, y tener en cuenta que detrás tuyo hay muchos niños y una juventud que quiere ser como tú, entonces haz lo que quieres que tu hijo haga, viéndote a ti'. Y empecé a cambiar muchas cosas en mi vida desde ahí".
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¿Cuáles fueron esas "muchas cosas" que cambió desde ese momento?
"A esforzarme más, buscar la manera de ser un referente, que no es fácil. Siempre habrá críticas y se debe hacer oídos sordos, trabajar y seguir. Con muchos arqueros he vivido de todo. Con Milton Patiño, cuando llegó, que ya tenía 37 o 38 años, se acerca y me dice: 'tienes que ir a tapar, tengo una molestia física y vas al arco, haz lo que sabes hacer que te respaldaré' y eso fue algo lindo".
Ya que habló de "ser referente", usted se convirtió en eso...
"No fue sencillo, fue un tema de años y años, de trabajo, en fin. Pero no solo fue mío y soy consciente de ello. Todo ese apoyo, como el de Milton Patiño, demás excompañeros, familia, en fin, y la gente que creía en James Aguirre, se dieron cuenta de que había frutos. Han sido más las cosas buenas que las malas y seguimos aquí creciendo, aprendiendo y logrando varias cosas buenas".
¿Qué le diría a las nuevas generaciones que lo ven como un ejemplo a seguir?
"Les hablo y digo que no escuchen el exterior, solo trabajen y se enfoquen en entrenarse fuerte porque si lo hacen, las cosas saldrán bien. Cuando usted está bien, la gente lo aplaude, pero cuando no, solo puedes creer en tu trabajo. El puesto de arquero no es fácil, nos vamos a equivocar, hay momentos buenos y malos, un puesto con responsabilidad y lo único que queda es trabajar duro".
¿Quién espera que tome las riendas de ese puesto que usted ha cuidado por tantos años?
"Ha sido algo bonito porque soy de los primeros que sabe y tiene claro que, en algún momento, voy a dejar de ser el arquero de Atlético Bucaramanga, pero espero que otro santandereano tome ese lugar, tape y se sienta igual de acogido como pasó conmigo, tenga la misma personalidad de salir y echarse el equipo al hombro, estamos trabajando en eso porque en Santander hay talento".
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Dijo que "tiene claro que, en algún momento, dejará de ser el arquero del Bucaramanga", ¿Qué ha pensado para el futuro?
"Tengo pensado seguir estudiando, preparándome a nivel profesional, en el ámbito del derecho, de la mano del deporte. Vivo el día a día. Al firmar mi primer contrato a los 17 años, si me hubieran dicho que iba a llegar a los 31, siendo arquero profesional, no lo hubiera imaginado. Soy aferrado a Dios y que sea lo que quiera. Me entrenaré bien y lucharé por sacar esta camiseta adelante".
¿Ha pensado en un cambio de club?
"Soy de puertas abiertas, pero nunca he negado el cariño que tengo por Bucaramanga y la pasión que siento. Entonces pongo muchas cosas en la balanza, como mi familia, la tranquilidad, el amor por la ciudad, en fin, si eso vale más que ir otro equipo, se analiza. Cuando tuve opciones de otros clubes, tuve la posibilidad de quedarme en Bucaramanga y me han acogido bien y agradezco".
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¿Cuál es la semilla que espera sembrar en el fútbol colombiano?
"Espero que sean muchos más los deportistas en Colombia los que podamos ser ejemplo y demostrarle a la juventud que de la mano del deporte nos alejamos de muchos vicios, de una que otra cosa mala, que a veces es lo que luchamos en esta sociedad que esté libre de violencia, y que por medio del deporte y estudio será más fácil y llevadero, que es lo que siempre estamos buscando".
¿Qué le diría al James Aguirre de los inicios, después de esta travesía?
"(Risas) Parece chistoso porque cuando la gente me dice que quiere que su hijo sea arquero, mi respuesta es que calma y estudien primero. Siempre hay que hacerlo. Soy de los que piensa que el fútbol es momentáneo y muchas veces es una burbuja, donde cuando sales de ella, te va a costar. Cuando lleguemos a la vida real, es difícil asimilar ese cambio. No hay un futbolista pensionado".
¿Siente que ya está preparado para cuando llegue ese momento?
"El fútbol es una pasión que mi Dios le da a la gente para que aproveche ese cuarto de hora, sea feliz y pueda, por medio del fútbol, conseguir amistades, ayudar a la familia y mirar qué vas a hacer después de los 40 años. Si te portaste bien, el fútbol y la vida te lo van a recompensar, entonces de la mano del estudio uno entiende muchas cosas y eso es lo que he aprendiendo y entendido".
Todo es cuestión de un equilibrio...
"Por momentos, uno se centra tanto en el fútbol que se da cuenta de que el exterior es completamente diferente y la vida es opuesta a lo que es el fútbol, pero es una pasión increíble. ¿Quiere ser arquero? Estudie y póngale esfuerzo que después verá el reflejo, se va a volver una persona íntegra y, al ser así, cuando esté bajo los tres palos, con trabajo y como persona, todo saldrá a flote".
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