Hernán Torres, un tipo serio, trabajador, estricto y luchador, se coronó este domingo con Deportes Tolima como campeón del fútbol colombiano después de que su equipo superara a Millonarios en la cancha de El Campín por un marcador 1-2. En la ida, los tolimenses y los azules habían igualadao 1-1.
Torres, exarquero del club, disputó entre 2007 y 2013 varias semifinales del rentado local, regresó al equipo a la Copa Libertadores y aún así el desgaste de no haber ganado un título en magnificas campañas le costó su salida del club. Torres, que desde que era niño y corría por las calles del barrio La Francia de Ibagué, aprendió la lección de la paciencia y el trabajo duro en cada una de sus etapas de formación en el fútbol y en la vida.
Los jugadores que empezaron y compartían con él ese sueño de jugar al fútbol, lo describen como un tipo perseverante. En sus inicios debajo de los tres palos dicen que no era tan bueno, pero que a punta de trabajo, horas y horas de entrenamiento fue mejorando hasta llegar a ganarse la oportunidad. Esa que llegó cuando fue convocado a la selección departamental.
En 1981 se inició su carrera profesional de guardameta, desde luego en el equipo de sus amores, el Deportes Tolima. Pasó por varios equipos, Nacional, Millonarios, Medellín y Quindío, entre otros.
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Las tardes y noches de grandes atajadas y también errores, esos que son inherentes a la posición de arquero, llegaron a su fin en 1998, en otro equipo de su tierra, el Cooperamos Tolima de la Categoría B.
Torres, que tiene un carácter fuerte y un tono firme cuando habla, tiene ese buen hábito de hacer las cosas al derecho. Su incursión en la dirección técnica la hizo yendo de menos a más. Empezó como asistente de Néstor Otero, Félix Valverde, de su gran amigo y compañero Miguel Prince y de Jaime de la Pava.
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Porque eso sí, si Hernán Torres tiene un carácter firme, según dicen que heredó su papá, también es un tipo con un gran corazón, sabe tratar a las personas, es correcto y es desinteresado.
Con la experiencia acumulada de ser entrenador de arqueros y asistente técnico, Hernán recibió su primera oportunidad como técnico en propiedad, eso sí, como la mayoría de veces en el fútbol, por necesidad más que por convicción. Llegó por unos partidos y su buen desempeñó lo dejó en el cargo del Deportes Tolima entre 2008 y 2011.
Salió con un bajo perfil, pero esperando otra oportunidad para demostrar que podía ser campeón, luego de haber estado tan cerca.
La vida le tenía una cita histórica, bañarse de gloria con Millonarios, uno de los equipo más laureados del país y que acumulaba más de dos décadas sin gritar campeón. Armó un equipo sólido en defensa, con un volante ‘10’ de esos clásicos armadores y unos delanteros rápidos y definidores. En 2012-II puso a celebrar en grande a los hinchas de los azules, llegó hasta las semifinales de la Copa Sudamericana, perdió la llave contra Tigre, de Argentina, por muy poco, pero siguió en la Liga y con sus indicaciones desde la línea, llevó a los ‘embajadores’ a celebrar la anhelada estrella 14.
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Rafael Robayo, uno de los jugadores con los que se consagró, recuerda que Torres es muy temperamental, una persona exigente que no deja que los jugadores se relajen en la cancha y que siempre está atento para hablar con el jugador y que rinda de la mejor manera.
Por donde Torres va hace buenas campañas y por lo general asegura llegada a la final, le sucedió con Independiente Medellín en 2014 y en Costa Rica con Liga Alajuelense en 2015, ambos subcampeón . En 2018 dirigió en Perú y ganó el con Melgar.
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Solo su experiencia, su dedicación al trabajo, su disciplina y su carácter pudieron sacar al América de Cali de ese drama de jugar en la categoría B luego de estar empantanado durante cinco años. Como siempre, armó un equipo sólido en defensa, ordenado y con las ideas claras para atacar. Consiguió una larga jornada de invictos, se metió a los cuadrangulares y finalizó en el primer puesto. En la final tuvo una llave apretada contra Deportes Quindío, pero salió victorioso como casi siempre hace.
Con mayor madurez, con una evolución como técnico, y con varios títulos encima el buen hijo regresó a casa. Deportes Tolima hizo oficial su contratación en diciembre del 2019, tras la salida de Alberto Gamero, el rival que venció en esta gran final.
El estratega saldó esa deuda que tenía con el equipo de su tierra, tuvieron que pasar 10 años para que regresara y sumará su nombre a la lista de los entrenadores que han salido campeones con el conjunto ‘pijao’.
Torres, el niño que estudió en el colegio San Simón y que soñaba con ser arquero, consiguió todo lo que se propuso con carácter fuerte, trabajo, disciplina y generosidad, como lo describen las personas que se han relacionado con el ibaguereño de 60 años, que es el vigente y nuevo técnico campeón del fútbol colombiano.