El fútbol no para en Colombia y mucho menos en la primera B, pues los 15 equipos luchan mano a mano por hacer una buena campaña, salir campeón y lograr el anhelado ascenso a la primera división del fútbol profesional colombiano. Quindío es uno de los clubes histórico que quiere ser protagonista y para ello se reforzó para este Torneo 2023-II, con Gílmar Bolívar, un joven que jugó en Ucrania y vivió el conflicto con Rusia de primera mano, y, que sueña con tener una gran carrera en el fútbol.
Con apenas 21 años, Bolívar ya tuvo la experiencia de jugar en el 'viejo continente', sin embargo, no la paso bien, ya que jugaba para el Karpaty Halych, en Ucrania, país que entró en guerra con Rusia en ese momento. Fueron días complicados y de angustia, no obstante, el volante siempre le ha puesto la mejor cara a las adversidades y tras regresar a Colombia, anhela relanzar y continuar su carrera vistiendo los colores del Deportes Quindío.
Por eso, a continuación le contamos la historia de Gilmar Bolviar, nuestro invitado en 'Historias de la B '.
¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?
"Nací en Barranquilla en el barrio Rebolo. Desde muy pequeño me gustó el tema del fútbol y mi abuela me regaló de cumpleaños, una inscripción en una escuela llamada Escuela Barranquillera. Ahí empecé, estuve hasta los 13 años, que me da la oportunidad de ir al Deportivo Cali. Fue mi primera experiencia por fuera. Luego volví a Barranquilla a jugar en el Parma Luminese. Esa escuela luego se pasó a Cartagena, en donde subí a la selección Bolívar y pude ir a los zonales de la categoría. Ahí se abre la oportunidad en Atlético Nacional, en donde estuve en la categoría Sub-20 y alcancé a tener acercamiento al primer equipo. Lastimosamente no se dio el debut y fue cuando mi empresario y yo decidimos optar por la opción de ir a Ucrania y empezar a tener experiencia a nivel profesional".
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¿Como fue ese salto al Karpaty Halych de Ucrania?
"Hubo interés del equipo. Yo viajé con otro colombiano, Juan Barceiro. En ese momento estaba buscando la posibilidad de empezar a jugar a nivel profesional. Estaba el tema de empezar a sumar minutos. Creo que esa fue una motivación más que importante para tomar la decisión de viajar. Ucrania es bastante lejos, es otra cultura, otro país, el tema es bastante complicado, pero eso me impulsó a no pensarlo tanto y a optar por esa opción".
¿Qué fue lo primero que lo sorprendió de Ucrania?
"Más que sorprenderme, me golpeó el tema del idioma. No es un secreto que hablan ucraniano y además mi inglés era bastante limitado. Era la primera barrera del idioma. Después si nos vamos al tema cultural, al tema gastronómico, también es bastante complicado. Uno tiene una comida muy diferente a la que se consume normalmente allá. Todo eso son experiencias que te hacen mejor futbolista y mejor persona".
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¿Qué recuerda de ese primer día del conflicto entre Ucrania-Rusia?
"Uno siente nervios. Eso es casi que inevitable porque uno está solo y empezaron a llegar las noticias, a salir reportes de todos los lugares. Uno como ser humano se impacta, se le llenan a la mente pensamientos bastante negativos. Recuerdo que dejamos de entrenar, tenía que estar todo el día encerrado en el apartamento. Para ir a mercar, para ir a comprar, era un miedo horrible porque en cualquier momento uno pensaba que iba a pasar algo o que podría suceder algo feo en ese momento".
¿Vivía con otros compañeros? ¿Como fue la relación con su familia durante el conflicto?
"No, estaba totalmente solo en el apartamento. En un momento me aferré mucho a Dios porque la parte mental, emocional, es bastante complicado todo ese tema. Y gracias a él pude salir adelante en ese sentido. Mi familia al pendiente. Complicaba mucho porque el tema del horario es bastante complicado, cambia demasiado. A veces se trasnochaban, pero siempre estaban ahí pendientes".
¿Cómo fueron los entrenamientos en ese tiempo?
"La primera semana sí recuerdo que entrenábamos de manera virtual, pero al ver la gravedad del asunto y al ver que familias de mis compañeros estaban siendo realmente afectadas por todo el tema que estaba sucediendo, optaron por no seguir entrenando y dedicándole el tiempo que amerita el tema de las clases virtuales. Recuerdo que cuando ya vi que las cosas sucedieron de esa manera, entendí que era bastante complicada la situación. Y que todo el fútbol pasaba a un segundo plano, era poner como prioridad la vida, el tema humanitario, y la prioridad de salir ileso de la situación".
¿Algún compañero sufrió directamente por el conflicto?
"Me marcó el caso de un compañero, su padre tenía que ir de manera obligatoria a presentarse al tema de la guerra, donde el gobierno optó porque todo hombre debía presentarse a defender en ese momento. Y pues una decisión para esa familia bastante fuerte porque son personas que no están entrenadas ni que esperan ese tipo de cosas, les cambia la vida totalmente. Eso me impactó de manera fuerte eso, ver que estás en tu casa de un día normal y que al día siguiente veas a tu padre o a tus familiares salir a combatir a ese nivel".
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¿Cómo saliste de Ucrania y regresaste a Colombia?
"Sí, fue complejo porque en su momento cerraron los aeropuertos. Había creo que una sola salida y estaba custodiada por el ejército ruso, porque ellos estaban al pendiente de quién salía, de quién entraba o qué se podría hacer en caso de que hubieran los posibles ataques. Era un riesgo salir. Mi salida se dio por Polonia de manera terrestre. Llegué allá, fui a Amsterdam y pude salir en avión hasta Bogotá".
Después tuvo un breve paso por Racing de Uruguay...
"Después de que llego a Barranquilla fue un parón bastante largo. Entrenándome de manera individual. Uno no se espera estar parado tanto tiempo. Más que uno vive el día a día, el entrenar, estar activo. Fue bastante fuerte también esa parte. La oportunidad se da nuevamente en Uruguay. Aparte de la primera división, era un bonito escenario para seguir creciendo, para seguir mostrándome. Lastimosamente las cosas no se dieron como se esperaban".
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Su arribo al Quindío
"Hubo interés de parte de los profes, de parte de los directivos. Estoy agradecido porque me abrieron las puertas. Por eso intento siempre retribuir eso en el campo con responsabilidad, con entrega, con buen juego. Estoy dispuesto a hacer las cosas de la mejor manera para que funcione y para que a nivel grupal se pueda conseguir los objetivos acá en el Quindío".
Diferencias entre la segunda división de Ucrania y de Colombia?
"En Ucrania el fútbol es bastante físico. Más táctico, pasa más por los tiros de esquina, por las faltas. Digamos que por ese lado está la diferencia. Igual el fútbol acá te exige bastante. Por ejemplo, el partido que tuvimos el martes contra Leones fue un partido muy intenso donde los rivales salen a competir. La competencia que se ve desde el primer minuto".
¿Cómo se describe como jugador?
"Me considero un jugador práctico, aguerrido. Siempre intento hacer lo que pide la jugada. Lo más difícil en el fútbol es hacer las cosas de manera sencilla. Intento que mi fútbol se vea por ese lado. Al rato no es tan vistoso, como los extremos que hoy en día marcan diferencia por su velocidad. Los delanteros que marcan goles".
¿Cuál es su mayor sueño en el fútbol?
"Mi mayor sueño en el fútbol es jugar con la Selección Colombia de mayores y aspirar a grandes cosas a nivel mundial como volver a Europa".
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¿Volverías a Ucrania?
"Tendría que pensarlo bien. Así como está la cosa, la verdad no. Realmente fueron días bastante difíciles, no solamente para mí, sino para mi familia. Que la pasamos bastante mal en ese sentido. Si se recompone la situación, de una. Ahora estoy tranquilo, pienso en el Quindío y estoy feliz de estar acá en Armenia".